Se retomaron las Jornadas Ecoturísticas tras la pandemia

Turismo


Además de los encantos naturales de nuestra ciudad y entorno, las producciones locales de miel y ginebra, protagonizaron las conferencias de esta XIV edición.


 
 Tras la parada del pasado año a causa de la pandemia, el fin de semana 23 y 24 de octubre, Alhama recuperaba sus tradicionales Jornadas Ecoturísticas, una cita turística muy esperada tanto por alhameños como foráneos donde se dan a conocer las bondades de nuestro municipio y que este año ha congregado a cerca de 40 participantes.

 La jornada daba comienzo el sábado 23 en el ayuntamiento con la recepción de los participantes. Juan Calderón, concejal de Turismo, daba la bienvenida a todos los asistentes, tras recibir el testigo de manos de la primera teniente de alcalde, Matilde Molina, responsable en ediciones pasadas de la realización de las jornadas. En su intervención, Calderón informó sobre el contenido de las jornadas que este año han girado en torno a los productos elaborados en nuestro municipio, la visita a nuestro casco histórico y el monumento natural de los Tajos y disfrutar con nuestras aguas termales.


 Tras la presentación de las jornadas dio comienzo, la primera de las ponencias de ese día. David Sánchez, responsable de la empresa “Miel Sierras de Alhama” contó cómo decidió un buen día aventurarse, junto a su hermano en el mundo de la apicultura. Sánchez explicó las problemáticas que tiene llevar adelante este negocio, ya que dependen mucho del clima para que se lleven a cabo las condiciones idóneas para que la abeja pueda elaborar el preciado producto, además de los enemigos naturales de este insecto, como son el Abejaruco o la Avispa Velutina, avispa asiática que, aunque ahora mismo sólo está haciendo estragos en el norte de España, se espera que se extienda su presencia hasta el sur en el futuro. En su ponencia también tuvo ocasión de contar el proceso de elaboración de la miel tras recogerla de los pañales e invitó a los asistentes a consumir miel de abeja natural, y no aquellos que comercializan como tal y que en muchos casos no dejan de ser más que jarabe de glucosa. Como obsequio, recibieron al finalizar un pequeño frasco de miel.


 Concluida la ponencia dio comienzo un recorrido por el casco histórico del municipio y posteriormente, siguiendo la ribera del río, llegar hasta el Balneario. Sabina Ciruela fue la encargada de guiar a los participantes por las antiguas calles y monumentos, como la Plaza de los Presos, donde se erige omnipotente la Iglesia de la Encarnación, el Hospital de la Reina u Hospital Real, primer hospital de sangre del Reino de Granada construido en el siglo XV, el Caño Wamba o la Iglesia de las Angustias que actualmente se encuentra en desuso. Tras este primer recorrido, los participantes bajaron por las escaleras de las Mazmorras o de la Mina para junto al río y desde ahí seguir el camino hasta el Balneario, haciendo parada a los pies de las llamadas “Escalerillas del diablo”, que usaban antiguamente las mujeres para bajar al rio a lavar la ropa.

 Tras finalizar el recorrido, llegaron finalmente al Hotel Balneario, donde tuvieron ocasión de reponer fuerzas con un completo almuerzo y posteriormente relajarse en la piscina termal que posee el complejo hotelero.


 Como última de las actividades para concluir esta primera jornada, asistieron a una ponencia sobre la ginebra Ginevia, bebida cien por cien alhameña elaborada a partir de Estevia. Su creador, Alberto Cortés expuso cómo surgió la idea de crear una plantación de esta planta, originaria de Paraguay y como conseguir que sobrevivir en este clima tan distinto al tropical en el que suele crecer. Cortés también tuvo ocasión de explicar la diferencia entre los productos que se comercializan como edulcorantes alternativos al azúcar, basados en el extracto de esta planta, y las hojas que desde su empresa ofrecen, que mantienen todas las cualidades y el característico sabor dulzón de esta planta.

 Para terminar, se ofreció una degustación a los asistentes, tanto de una infusión de esta planta, ideal para personas con problemas de diabetes o hipertensión, como su producto estrella, la Ginevia, obsequiándoles con una botellita.


 El segundo día estuvo dedicado a la naturaleza. Tras ofrecer un desayuno con productos locales se inició una ruta que llevaría a los participantes de las jornadas a recorrer el Camino de los Ángeles que discurre por el corazón de los Tajos. Guiados por José Andrés Ciruela, conocieron algunos de los secretos que este monumento natural y singular camino esconden, como los antiguos molinos, de los que actualmente solo se conserva el de la Fábrica de Harinas La Purísima, el uso que los antiguos canteros hacían de las piedras del tajo y como se pueden observar restos del método que usaban para poder sacar la piedra que luego transportaban con los mulos hasta el pueblo. A medio camino del recorrido, pudieron visitar la ermita de los Ángeles de la que según cuenta la leyenda fue mandada construir por un caballero que tras precipitarse por el tajo con su caballo sobrevivió a la caída, tras encomendarse a la Virgen y prometerle la construcción de una ermita si salía con vida.

 Tras rodear la Pantaneta, declarada Humedal de Andalucía en 2011, llegaron hasta el área recreativa del Motor donde disfrutaron de un almuerzo al aire libre.

 Se dieron así por finalizadas estas jornadas que han servido para retomar la vuelta a la normalidad que cada vez parece estar más cerca.

 Desde el Ayuntamiento de Alhama de Granada se quiere agradecer la colaboración a David Sánchez y Alberto Cortés, Sabina Ciruela y José Andrés Ciruela, José “El Gallo”, Juanma Ortega y Cafetería Balada, personal del Ayuntamiento y todas aquellas personas que de una u otra forma han hecho posible la realización de estas jornadas.