Treinta años propiciando el reencuentro y estrechando lazos con la comarca

Patronato EA


La gala de entrega de los Premios Alhama regresó a su lugar habitual, -el salón de plenos de ayuntamiento- pero en una fecha y hora diferente, ya que tuvo lugar por la tarde (a las cinco) y dos jornadas antes del Día Histórico de Alhama. 



 El acto estuvo presidido por el alcalde de Alhama, Jesús Ubiña, que tras saludar a los presentes y felicitar a los premiados hizo referencia a la Proclama de Alhama que reivindica la concordia y la paz entre los pueblos todo lo contrario de lo que está sucediendo en estos días en referencia a la invasión rusa de Ucrania por lo que quiso trasladar un mensaje de apoyo al pueblo ucraniano «por estar sufriendo por la egolatría y egoísmo de unos pocos».


 A continuación, daría paso al presidente del Patronato de Estudios Alhameños, Ignacio F. Benítez, y este a la secretaria general del Patronato, Sabina Ciruela, para que procediese a la lectura del acta de la concesión de los Premios Alhama, 2021 que esta entidad ha otorgado en sus siete categorías. Concretamente a Juan Aranda Espejo como Alhameño del Año por su proyección internacional y trayectoria como asistente administrativo en distintas embajadas. El premio Comarcal del Año se le ha otorgado a Manuel Ignacio Frías Abarca periodista, natural de Zafarraya, que fue corresponsal de La Vanguardia y El País, hasta formar parte del Diario Jaén, donde se ha jubilado en octubre de 2021. Al actual párroco, Víctor Manuel Valero Mesa, se le ha concedido el premio a una Labor por Alhama para un residente por su labor belenista, defensa de las tradiciones y del patrimonio en tanto que este mismo premio para una persona no residente ha recaído en María Villegas Monteagudo, una alhameña que tuvo que emigrar en 1962 a tierras catalanas y que es la infatigable administradora del grupo Emigrantes de Alhama en Facebook. El premio a la labor de difusión se le ha concedido al joven fotógrafo, Pablo Ruiz Becerra, quien además es músico, miembro de comparsa y colaborador de Alhama Comunicación. Como Alhameña oriunda ha sido designada la doctora Ana Molina Ruiz por su labor como divulgadora científica en RNE. Por último, el premio al mejor expediente del Instituto de Alhama se le entregó al joven de El Almendral (Zafarraya), Jaime Arrabal Moreno.



Justificación de los premios

 Seguidamente intervendría el presidente del Patronato, Ignacio F. Benítez, quien saludaría a las autoridades presentes, alcaldesa de Fornes, Ana Belén Fernández, concejales, empresarios colaboradores y al director del Diario Jaén, Juan Espejo. A continuación, justificaría el hecho de que el acto se celebrase fuera de su ubicación habitual, el año anterior debido a la pandemia y en esta ocasión por la coincidencia con la fiesta del Carnaval. Tras ofrecer un breve recorrido por la historia de estas distinciones a propuesta del impulsor del Patronato, Andrés García Maldonado, presente en la sala. Premios cuya entrega coinciden normalmente con la víspera del Día Histórico de Alhama, en conmemoración del 28 de febrero de 1482, con la pretensión de reconocer «a aquellos que llevan con orgullo ser alhameños» en las distintas categorías en los que se puede reconocer la trayectoria de toda la vida o a jóvenes con una brillante proyección.



 También a las personas que desinteresadamente han realizado una actividad en favor por Alhama residente y no residente en la localidad, o el premio a una labor periodística por proyectar la imagen de Alhama a través de los medios de comunicación o el premio a la excelencia académica al estudiante con las mejores calificaciones en el instituto alhameño. A estas categorías iniciales se ha completado con otras dos, el Premio Comarcal, en 2007, pues «Alhama no es nada sin su comarca» y en 2013 el Premio Oriundo de Alhama con el objetivo de reconocer el alhameñismo de hijos y nietos de alhameños que se sienten orgullosos de esta tierra.





Méritos de los premiados

 Tras esta exposición, el presidente pasó a hablar de los méritos de los premiados de esta edición comenzando por Juan Aranda Espejo haciendo referencia a sus hermanos, a su madre y a su padre, «uno de los grandes emprendedores de esa tierra» para pasar a reconocer su trayectoria personal, principalmente en la embajada de Canadá y el esfuerzo realizado para asistir a la gala.

 Así mismo, reconoció que pese de llevar 30 años en la Universidad de Jaén no había tenido la ocasión de saludar hasta esa tarde al periodista Ignacio Frías, de Zafarraya. «No es fácil ser periodista en Jaén, pues en la capital solo vive el 18 % de la población de la provincia y lo que habéis hecho es impresionante, pero además hemos visto que sigue anclado y luchando por su tierra». De Víctor Valero resaltó «su actividad impresionante» y por haber proyectado con el Belén monumental el nombre de Alhama. Aprovechó para agradecerle el arreglo de la torre de la iglesia del Carmen y del apuntalamiento de la Parroquia de la que le transmitió la preocupación de muchos alhameños por el hecho de que la iglesia parroquial esté cerrada desde hace años.



 Refriéndose a María Villegas manifestó haber sido «un orgullo y honor» el haberla conocido personalmente y del acierto de Pepe Espejo de crear el grupo de Emigrantes de Alhama. «Cuando leo lo que escribes por las mañanas no me puedo creer que lleves tantos años sin estar en Alhama», le dijo antes de agradecerle el esfuerzo por asistir al acto para lo que tuvo que desplazarse desde Gerona. A Pablo Ruiz le calificó de «fotógrafo oficial» de Alhama.com y que está en todos los sitios, «lo mismo está haciendo una paella que haciendo fotos en los colegios e instituto, equipos deportivos, actos del Patronato, de una manera desinteresada por lo que queríamos reconocer esta labor de difusión». Respecto a Ana Molina, la Alhameña oriunda, justificó su ausencia por razones de un viaje programado con antelación a Las Maldivas. De ella comentó cómo ha destacado por su actividad profesional como dermatóloga y profesora de Universidad y por su programa de divulgación en Radio Nacional de España «que sigue manteniendo sus raíces alhameñas». Por último, de Jaime Arrabal, recalcó como los anteriores premios lo ha otorgado el Patronato, pero «este premio te lo has ganado tú, por tu mérito, esfuerzo y sacrificio», para añadir llamada en defensa de la enseñanza pública y la sanidad pública y que «no olvides nunca que lo público nos llevado hasta aquí, tampoco olvides tu tierra, tu comarca, tu Almendral». Tras la entrega de la medalla y reproducción del grabado de Hoefnagle se inició en el mismo orden el turno de intervención de los galardonados.




Juan Aranda: De Alhama a Ginebra, pasando por Berlín, Londres o Bruselas

 El primero en hacerlo fue Juan Aranda para manifestar su satisfacción por estar en la ceremonia pues «es una ocasión única», al tiempo que felicitó al Patronato por la organización de este tipo de actividades cada año y promover un sentimiento de pertenencia y orgullo. También agradeció a su familia su presencia y por ser un fuerte apoyo para él, a sus amigos, algunos de los cuales se desplazaron hasta Alhama y a sus padres (momento en el que se emocionó) que fue respondido por un aplauso del público, «porque de manera inconsciente me transmitieron unos conocimientos y habilidades que me han ayudado a conseguir muchas metas». De nuevo volvió a emocionarse al explicar que no es fácil dejar atrás a tu familia y amigos pues al principio el medio de comunicación eran las cartas que podían tardar en llegar tres semanas y de las cuales conserva bastantes como por ejemplo de su hermana María Victoria que les enviaba misivas escritas en papel con el sello de la tienda, 'Comercial Aranda', con bolígrafos, pegatinas o cintas grabadas con música española. También hizo referencia a su trayectoria laboral en distintos destinos como Berlín, Londres o Bruselas, para terminar, indicando que en la actualidad está en Ginebra en el puesto de asistente del embajador ante la Organización Mundial del Comercio. Así mismo, indicó que guarda muchos recuerdos de Alhama donde intenta regresar cada año para ver a su familia y que le evoca experiencias vividas como cuando en los veranos su madre les llevaba a bañarse al Riachuelo.

 Terminó dedicando el galardón a su madre, María Luisa Espejo Raya, «siempre dispuesta a ayudar y una fuente de inspiración y de valor», saludando a su marido, David Ferré, que no pudo acompañarle y a su sobrina, Elena Franco Aranda, por celebrar su cumpleaños en esa jornada.




Manuel Ignacio Frías, la chispa del periodismo y la fuga de talentos

 A continuación, intervino Manuel Ignacio Frías quien destacó «la encomiable labor que realiza esta institución en lo que se refiere a la cohesión y vertebración de la comarca de Alhama desde ese espacio universal que es la cultura», que llega «a donde no lo hace la administración pública, al corazón de la gente». Después explicaría que esta comarca ha sido escenario de sus mejores recuerdos de la infancia, juventud y mayoría de edad, pese a que como tantos otros debido a la falta de perspectivas laborales, siendo «carne de cañón de la que se podría llamar nueva emigración, con la que nuestra comarca se ha visto desprovista también de buena parte de sus hijos mejor preparados dicho de otro modo una fuga de talentos en toda regla».

 A continuación, explicaría que su primer contacto con Alhama fue cuando vino a estudiar 4º de Bachillerato estando el instituto en la Carretera de Granada y de cómo sacó en la asignatura de Dibujo, impartida por Manuel Melguizo, la mayor calificación de todo su expediente académico.

 Lo más curioso fue cuando comentó el origen de su interés por el periodismo. «Mi punto de partida vocacional, el kilómetro cero fue cuando el profesor de literatura nos pidió que escribiese una redacción sobre un tema predeterminado para participar con ella en la fase provincial del concurso de redacción de Coca-Cola. Tras leer todos los trabajos el profesor me hizo salir a la palestra y para mí bochorno adolescente explicó a la clase que jamás en toda su vida había leído un escrito tan horroroso como el mío, lo peor de lo peor». Al curso siguiente un compañero le explicó que en un párrafo del Quijote estaba su secreto para sacar las mejores notas en Redacción, hecho que le supuso a Ignacio la mejora de sus redacciones y tras leer algunos artículos de Paco Umbral y de otros grandes del periodismo ya se planteó lo de ser periodista y hasta hoy. «Si no hubiese sido por aquella incalificable redacción del concurso de Coca-Cola probablemente no hubiese saltado la chispa de la vida y no sería periodista». Antes de terminar tuvo palabras de reconocimiento para el periodista Antonio Ramos Espejo (mención que fue aplaudida), paisano y maestro de periodistas que «desde el primer momento que lo conocí me brindó su amistad y apoyo en la noble singladura del periodismo».




Víctor Valero, el ejemplo de su madre y el orgullo de ser un 'jameño' más

 En una intervención improvisada y pretendiendo que sus palabras saliesen del corazón, al igual que al día siguiente en el pregón del carnaval, tuvo palabras para su madre que por su labor en favor de Churriana de la Vega se le entregaba la medalla de oro por lo que tuvo un recuerdo muy especial para ella, para su padre y resto de su familia. «Hoy es un día grande también para mí porque parte de lo que yo soy es lo que he vivido en mi casa y lo que he visto en mi madre una mujer luchadora, emprendedora, que ha roto barreras, que siempre ha estado presente en mi familia y que ha sido, es y será un ejemplo de trabajo, de superación y de esfuerzo para mí y para todos mis hermanos y mi familia.

 En cuanto al premio manifestó que también pertenece al grupo de gente que sin ellos sería imposible hacer nada porque lo más precioso de ser un párroco, de ser sacerdote es caminar juntos y sin ellos pues sería imposible». Con referencia a las obras de la parroquia de la Encarnación expresó su deseo de que «se lleve a cabo la segunda parte que es la a hacer nuevo toda la cubierta pero ya gracias a dios con esa base que le dieron esos andamios que se fueron colocados en el mes de marzo y abril pues gracias a Dios por lo menos es un gran paso que conseguimos con mucho esfuerzo llamando a los políticos llamando a aquella gente que podría ayudarnos y que fue muy rápido y provincial que se hiciese pues están en tan poco tiempo una intervención tan grande para consolidar nuestra iglesia la encarnación que más que nadie yo porque en mi sede de párroco de Alhama quiere que se arregle pero muchas veces las cosas de palacio y los políticos lo saben y todos lo sabemos van despacio».

 Así mismo, manifestó haberse sentido un 'jameño' más desde el primer día que pisó Alhama y cómo mucha gente le ha ayudado a querer Alhama más, como fue en un primer momento las clarisas, especialmente a sor Clara pero también a Sor Francisca, sor Pilar, Sor Mercedes y a las demás hermanas nuevas y a tantos alhameños que le acompañan cada día. Para terminar, manifestó que se siente «muy orgulloso de ser el cura de Alhama, de querer tantísimo Alhama, de trabajar por Alhama, de hacer que Alhama sea reconocida en todos los medios». Así mismo hizo mención de la beatificación esa misma mañana en la Catedral de cuatro sacerdotes de Alhama y un laico.




María Villegas, un sueño hecho realidad y un poema a la torre de la Encarnación

 Así mismo, María Villegas, sin apoyo de texto escrito, calificó como un sueño el estar en Alhama y agradeció a los alhameños repartidos por todas las provincias e incluso en el extranjero que le siguen todos los días en las redes sociales. «Yo soy de Alhama, pero me fui de aquí con 14 años pero llevo Alhama en mi corazón. Yo no podría vivir sin esto que hago y fue Pepe Espejo que en gloria esté que días antes de morir vino a casa desde Tarragona pese a estar muy enfermo para decirme, María no lo dejes. Somos 500 personas repartidas por toda España no dejes este grupo. Le dije sí voy a seguir y hoy día somos 1500 personas». Hablando de la Candelaria, del Carnaval y de las Cruces de Mayo tuvo un recuerdo muy especial para su madre pues le gustaban mucho estas fiestas, siempre se vestía de máscara y fue una pionera a la hora de hacer las Cruces de Mayo. «Esa es la lección que yo tenía, esa ha sido mi escuela», resumió.

 Después indicaría que este reconocimiento era para ella el mejor de los premios que le han podido dar y pese a que ha sido un sacrificio volver a Alhama al tener a su marido enfermo, «pero lo he hecho con todo mi corazón porque quería estar hoy aquí». Muy emocionada y reconfortada por los aplausos del público explicó su recorrido de esa mañana por el barrio donde nació y cómo la casa grande donde nació está convertida en un solar. «No hay nada de mi casa, ni de la casa de al lado, ni de la otra. Es una pena ver tanta vida que había allí porque había niños jugando a todas horas, señoras cosiendo en las puertas y ahora no hay nada, nada». También dirigiéndose al párroco pidió «por favor» que la parroquia se abra pronto pues el año pasado fue muy triste cuando vino su hermano, después de mucho tiempo, y no pudo entrar a ver dónde fue bautizado e hizo la comunión. Para terminar, leyó un precioso poema dedicado a a la torre de la iglesia de la Encarnación.




Pablo Ruiz, grande de estatura y corazón

 Pablo Ruiz comenzó explicando que cuando Ignacio le llamó para darle una buena noticia creyó que sería sobre otro tema que tienen pendiente y no que se trataba de su elección como Premio Alhama a la difusión por lo que se quedó «un poco parado porque nunca pensé que pudiera ser eso y mucho menos para mí» por lo que le explicó que era por estar siempre con la cámara en todos los eventos deportivos, culturales y políticos. Continuó explicando que él hace las fotografías porque quiere y sin esperar nada a cambio y que su interés por la fotografía empezó hace ya bastante tiempo estando con unos amigos en el campo de fútbol cuando se le acercó Juan Cabezas y les pidió que comentaran el partido por Twitter invitándoles a hacerlo otra vez al siguiente domingo no sin antes pedirles se pasaran por la Redacción de ALHAMA COMUNICACIÓN para darles unas pautas de cómo expresarse más periodísticamente.

 «Allá que fuimos y nos estuvo explicando términos y cosas que, a día de hoy, por lo menos a mí, me han servido bastante». Al siguiente partido le pediría que echase unas fotos lo que ha venido haciendo regularmente hasta la actualidad. «Ya son diez años desde que ocurrió todo esto y aquí seguimos ¡Quién me lo iba a decir! Gracias a Juan Cabezas y a todos los compañeros que formamos Alhama Comunicación por la cantidad de cosas que he podido aprender tanto de historia de Alhama, de Radio Alhama que hace tiempo cuando aún existía por Internet también estuve poniendo musiquilla, de fotografía que gracias a esto también me ha salido algún trabajillo como fotógrafo. También he aprendido mucho sobre cómo redactar un artículo. Yo no quería porque lo veía súper complicado, pero Juan Cabezas y varios compañeros de la redacción me han ayudado y explicado lo que hay que hacer a la hora de escribir un artículo periodístico y aunque parezca que no eso me ha hecho que aprenda vocabulario, aprenda a redactar, corrija faltas de ortografía y muchas más cosas que a día de hoy me alegro». Como se alegra de formar parte de la familia de ALHAMA COMUNICACIÓN por lo que le ha aportado personal y profesionalmente. Por último, dedicó el premio a las personas que no han podido estar con nosotros, a las que hecha mucho en falta y que se sentirían muy orgullosos de él para los que solicitó un aplauso.




Jaime Arrabal, agradecido a su familia y profesores

 El alumno del Instituto Alhama con mejor expediente, Jaime Arrabal Moreno, manifestó sentirse afortunado y lo mucho que significa que se le reconozca a los estudiantes el esfuerzo que realizan. Agradeció a su familia el apoyo recibido y su deseo de compartir «el momento con los grandes profesionales de la educación que tenemos nuestra comarca porque no podría haber logrado esto que he logrado si no fuera para los fantásticos profesores que me ha acompañado por todo mi camino. Para mí es un orgullo y me honra poder representar a la comarca de Alhama y espero poder seguir haciéndolo en el futuro».



Ana Molina espera quitarse la espinita clavada el próximo verano

 Al no poder estar en el acto ni poderlo hacer en directo, Ana Molina, agradeció a través de un vídeo grabado el premio desde Las Maldivas en el que explicó estar «realmente emocionada y muy muy agradecida», por lo que «tengo una espinita clavada y me duele un poco no poder estar allí para recogerlo porque me hacía muchísima ilusión por desgracia había planeado este viaje hace ya casi más de dos años, pero por culpa de la pandemia no había sido posible y era imposible mover las fechas para estar allí con vosotros. Así que lo tengo que estar grabando desde aquí antes de el vuelo de vuelta por un poquito hubiera llegado pero bueno, sé que vais a estar todos juntos, vais a tener un día maravilloso. Yo recuerdo toda mi infancia en Alhama con muchísimo cariño, todas las excursiones por los tajos. Los recuerdos más bonitos que tengo de mi infancia siempre son allí, es donde está mi familia donde tengo muchísimos amigos», quedando su visita a Alhama pendiente para el próximo verano.



 El presidente del Patronato volvió a tomar la palabra para agradecer las palabras de los premiados rebosantes de alhameñismo y comarca y ceder el micrófono al alcalde para su clausura. Jesús Ubiña que reiteró el espíritu de concordia de estos Premios solicitó el apoyo de los alhameños para los ucranianos, al mismo tiempo que repudiaba «a los pueblos y a las personas que tienen un sentimiento tan cerrado y anacrónico que no se explicaba ni hace 500 años, pero ahora muchísimo menos». Por último, todos los premiados, autoridades y representantes del Patronato posarían para la clásica foto de familia. Y arranca la XXXI Edición de estos importantes reconocimientos para Alhama y su comarca.


Fotos de familia










Vídeo del acto
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Texto y fotos: Antonio Arenas
Vídeo: Juan Cabezas