Empresa de forjado alhameña



El hierro como objeto decorativo y funcional
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La empresa Forja Artística Andaluza, con talleres en el polígono industrial de Alhama de Granada, combina tradición y modernidad para fabricar elementos para la construcción y ornamentales. La mayor parte de sus clientes se localizan en la Costa del Sol

08/05/2006
.- La forja, entendida como dar forma a cualquier pieza de hierro, nos remonta a la Primera Edad de los Metales cuando el hombre descubrió este mineral fundamentalmente para la fabricación de armas. Para ello necesitaba sólo un fuego donde calentar la pieza y una pieza a modo de martillo para darle forma. Así nacieron las fraguas denominación válida tanto para el taller como para el fogón en el que se caldean los metales. Con el tiempo, además de las piezas de armamento, empezaron a fabricar aperos de labranza. En Alhama de Granada, zona agrícola por excelencia,  han perdurado algunos de estos talleres hasta bien entrada la anterior centuria. En ellos se fabricaban los típicos arados de hierro, azadas, azadones, picos, almocafres, hoces, etc. Poco a poco, debido a la mecanización del campo,  éstos han sido sustituidos por talleres mecánicos. Sin embargo, uno de ellos ha recogido la antorcha de generaciones anteriores y de sus naves salen actualmente una amplia gama de complementos para la construcción  y la decoración. Nos referimos a Forja Artística Andaluza puesta en marcha en 2003 por Javier Gordo Valderrama, hijo y nieto de fragüeros.

Libertad en la composición



 Se trata de una modesta empresa localizada en la nave 26 y 27 del polígono industrial de Alhama de unos mil metros cuadrados de superficie dedicada al diseño y fabricación de todo tipo de artículos de forja elaborados artesanalmente y con diseños personalizados. “Este tipo de forja se diferencia de otros por la libertad en la composición, por el uso de materiales más maleables que permiten hacer una de las figuras mas representativas de la forja andaluza que es el caracol”, aclara el propietario. En su caso cuenta con la experiencia de tres generaciones dedicadas a esta labor artesanal que aplica a la fabricación de obras tal y como se hacían a principios del siglo XX. “Es por esto por lo que nuestras creaciones son únicas e inconfundibles, ya que sin perder nuestras raíces nuestros trabajos se adaptan a nuestro tiempo”, resalta este artesano que echó los dientes en la fragua.

 De hecho al ser consultado con sus primeros contactos con este oficio indica no recordarlo pues  el primer recuerdo se remontan a la edad de cinco años cuando su tío Miguel  le dio con un hierro candente en una ceja. Por ello señala que “siempre he estado trabajando en la fragua hasta que  a finales de los 70 mi padre puso un taller de confección  por lo que fuimos dejando la fragua y en  1985 nos dedicamos a la confección  casi exclusivamente, pero nunca perdimos el contacto y hacíamos trabajos puntuales”. De hecho comenta que la herramienta más importante es la fragua para la que emplea carbón mineral aunque también utiliza herramientas como el plasma para cortar o el tic para soldar. Simultanear el trabajo artesanal con otro para el que se utiliza algún tipo de maquinaria obedece además a un planteamiento económico pues “la forja hecha por completo como se hace 70 años sería demasiado cara para la mayoría de nuestros clientes por esto nuestra idea consiste en hacer partes de cada trabajo de forma 100% artesanal, lo cual los hace únicos, y otras partes utilizando maquinaria para hacer el producto más asequible”. 


 Durante la década siguiente continuó en la fabricación  y comercialización de ropa tejana aunque en 1995 realiza varios trabajos de forja artística andaluza con el padre. Dos años más tarde pone en marcha la primera lavandería industrial de Alhama. Sería en el año 2003 cuando nace la idea de crear una empresa dedicada a la forja con partes fabricadas tal como se hacía hace siglos pero utilizando las técnicas de ahora que materializa gracias a una inversión inicial cercana a los 50.000 euros.



Importante crecimiento

 De esta forma, gracias a su trabajo y al de los tres empleados con que cuenta la empresa, han comenzado a salir una gran variedad y cantidad de artículos de forja tanto para interior como para exterior tales como balcones, barandas, camas, lámparas, mesas, pedestales, percheros, rejas, etc. En cuanto a precios señala que “depende del diseño que el cliente quiera, por ejemplo, hacemos barandas desde 150 a 2.200 euros el metro”. La materia prima para su fabricación proviene en un 90 % de Granada y el resto de Madrid, Barcelona o Valencia.



 Los principales clientes de Forja Artística Andaluza se localizan en la costa de Málaga, principalmente en Estepona, Benalmádena y Marbella, donde han participado en una feria de muestras en las dos últimas ediciones. Esto ha provocado un importante crecimiento desde su puesta en marcha. De hecho en 2004 la facturación anual rondo los 150.000 euros ascendiendo a 240.000 euros en el 2005. Para el presente ejercicio espera superar los 400.000 euros.