
Si yo tuviera que hacerme una imagen de Sancho Panza, Bernabé probablemente se llevaría todas las papeletas. Bernabé era más bien achaparrado, de rostro amable y bonachón, pero corpulento en su estatura. Yo lo recuerdo siempre vestido con un pantalón de pana, y un chaleco también de pana marrones, de ese marrón de pana, que parece que fuera primero la pana antes que el propio color.