Este sábado, 2 de mayo, se pondrá punto y final al chupinazo de las 8 de la tarde



Pablo y Manuel nos han estado acompañando desde el inicio de la cuarentena, haciendo de este gesto un rito seguido por la mayoría de los ciudadanos.

Cuando el chupinazo era a las 8 antes del cambio de hora se iluminaba toda Alhama

 Desde sus respectivos domicilios cada uno ha puesto lo que tenía, Pablo Ruiz la pirotecnia, y Manuel Cara, de la empresa alhameña Carpe Sonido, la música, con su equipo desde un lugar privilegiado que domina Alhama ha sido la banda sonora de las 8 de la tarde.

 El rito, el himno, la banda sonora, o como queramos llamarlo ya formaba parte de la rutina diaria, que se agradecía al escuchar el chupinazo, en el que la gente no ha desfallecido y en los balcones daba cumplidas palmas, junto con las sirenas que se sumaban al coro, dedicadas a los que se lo han merecido, que han sido muchos, llenando de orgullo que Alhama haya sido referente de solidaridad y de servicio, como ha quedado reflejado en los diversos medios de comunicación, incluso a nivel nacional, de toda esta cuarentena.

 También anécdotas en estos días, como la gente incluso les hacía peticiones musicales, para la segunda o tercera música que se ponía tras ‘El resistiré’, y también el ‘cumpleaños feliz’ que se les solicitaba, algunos de los cuales también han quedado reflejado en estas páginas.



La entrada de la nueva normativa ya deja atrás el chupinazo

 Ya, desde este sábado, las normas son otras, se relajan un poco más el confinamiento, pero no los cuidados y las atenciones que hay que tener al respecto, sin bajar la guardia y cumpliendo estrictamente lo que digan las autoridades sanitarias y las normas municipales que se dicten al respecto, por lo que el chupinazo ya puede que a la gente no la coja en casa, así pues, este sábado, 2 de mayo se hará el último, a las 8 volverá a sonar el cohete (y para la ocasión quizás alguno más) acompañado de las palmas y la música, que deberán sonar más fuerte que nunca porque también deben estar dedicadas a Manuel y Pablo, porque su cohete y su música y el haber estado ahí cada día recordando que la esperanza es lo último que se pierde nos ha hecho sentir vivos, y nos ha hecho estar unidos en un confinamiento inimaginable en nuestras vidas, y, además, Alhama y su comarca por su comportamiento, por cumplir las normas han sido ejemplo que se ha manifestado como una comarca libre de contagios.

Pablo Ruiz, pirotecnia y solidaridad

 El chupinazo empezó antes del cambio de hora, el de antes del cambio horario iluminaba todo el cielo alhameño, el de ahora sigue iluminando la esperanza en que esto acabe radicalmente con esa vacuna que todos se afanan en conseguir, y deseamos sea lo antes posible, pero mientras tanto, y para que no tener que retroceder y volver al punto de salida sean prudentes y sigan respetando todas, absolutamente todas las normas, será en beneficio de todos.

 Y, me dice Pablo “Eso sí, el día que se acabe todo, y digan ya está esto pasado y demás, ese día haremos una pequeña fiesta en los balcones, y si se pudiera hacer cuando anochezca me comprometo a tirar unos cohetes bonitos de colores, para celebrar que todo esto se ha acabado ya de una vez”. Nos sumamos a este deseo.

Los altavoces en la parte alta de Alhama cubrían todo el pueblo
Manuel Cara música y compromiso


Así se empezó
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