La torre de mí pueblo, majestuosa, inmensa e inigualable, está siendo “protagonista” en estos días. Sí en el Mundo hay una ciudad con una torre, como sucede en tantos lugares, que represente y defina lo más importante de su fructífera historia y sea su indiscutible símbolo, esa es la de la iglesia de la Encarnación de Alhama. La que desde mediados del siglo XVI es el faro, histórico y visual, de toda la población.