
El deporte, la ética, los valores humanos y la educación se alejan cada vez más del evento más multitudinario del mundo, aquél que debería reflejar que en el fútbol y en cualquier juego debe reinar el Fair Play por encima de todo. Pero el odio y la barbarie mediática que hoy infectan al Clásico español y mundial están empezando a aburrir a los que realmente saben lo que encarna la palabra DEPORTE.