Unas 3000 personas celebraron la romería en el Vacar.
Junio 2001.- Llevo un tiempo dándole vueltas a la cabeza. Busco un título que pueda resumir la primera romería de San Antonio del siglo y del milenio, en Jayena, y no acabo de encontrarlo. Al final pienso que para muchos jayeneros será algo digno de recordar (los que la han organizado, un aplauso para ellos; los que han vivido un momento singular, al fin y al cabo las fiestas sirven para romper el calendario de trabajo y para fomentar la relación social y familiar; los que han ganado unas pesetillas –el año que viene habrá que decir euros- pues no hay que perder de vista que los acontecimientos festivos tienen un trasfondo comercial, etc.). En definitiva, que para muchos habrá sido algo muy especial. Y aquí tenemos un epíteto que dice mucho y abarca todo cuanto cada cual tiene en sus recuerdos más próximos y que el arriba firmante desea sean de los más buenos. Lo que cuento es lo que vi con mis propios ojos y lo que mis confidentes, que mantendremos en el anonimato, tuvieron a bien relatarme. 
“La romería ha sido un exitazo”, me respondía cuando yo le pregunté sobre cuál era su opinión y el cumplimiento del programa. A ello añadía que el 99 por ciento de los vecinos de Jayena estaban muy contentos con el cambio introducido en la festividad. Se refería a la reducción de las jornadas festivas y a la celebración en el Vacar de la mayoría de las actividades, verbena incluida. Cuando le interrogué sobre el número de personas que se congregaron en esta área recreativa respondió con la velocidad del rayo que “muy posiblemente por encima de las tres mil”. Uno que no está muy ducho en matemáticas calculó entonces que o la gente iba pertrechada de ricos alimentos o la paella de Paco, el de Chimeneas, dejó a más de uno con la miel –bueno con el arroz- en los labios pues en teoría la paella era para 900 raciones. Pero claro, en esta barbacoa pasaban por el infierno un oloroso choricillo, allá preparaban una sartenada de choto y acullá, armado con un afilada faca, Félix, el de “Zapatones” rebanaba unas suculentas lonchas de jamón. 
En cualquier fiesta que se precie no puede faltar la música y el baile. Como no iba ser menos también quiso poner su guinda -y muy bien puesta, por cierto-, el grupo de bailes regionales de Jayena. Y es que no hay nada como hacer patria chica. Hombre, la verdad que el tema de las carrozas estuvo algo flojillo. Sólo la de Adultos, la carroza de Tomate y Compañía y la de los Jóvenes de la Media Tarde. A ellos le vino estupendamente pues así se hicieron con los premios a la carroza más elaborada, a la más original y a la más simpática, respectivamente y como dice el refrán “menos da una piedra” y ya tienen un trofeo para contar a sus chiquillos cuando sean padres (o madres). Mención destacada merece Francisco Pérez Martín o Paco “El de Gaspar”, para los amigos, como ustedes prefieran pues este romero lleva ya 16 años, los mismos que tiene esta tradición, arreglando y preparando la carroza que transporta al santo de Padua y que “en los primeros 4 ó 5 también estuvo dando el callo como romero, cuando todavía no existía la tradición de las parejas romeras”.
Todo ello sin olvidar el premio al bar “El Notas” que fue distinguido con el galardón “Al botijo más inflado” y que supone un aldabonazo a la tradición y un ejemplo para otros establecimientos. Todo sea por San Antonio. Antes de dejar el apartado premios queremos informar para la posterioridad que como romera mayor del 2001 fue elegida Esther Fernández García, como primera dama Jeanette Heredia Cortés y como segunda, Mari Carmen Quintero. ¡Enhorabuena a las tres, pues para ellas y los suyos, también será muy especial algo digno de recordar!
Y con esto llegamos al capítulo de los agradecimientos. Si se nos olvida alguno que no le echen la culpa al aprendiz de periodista ni busquen rebuscadas razones, simplemente se ha olvidado como se pueden olvidar unas llaves o la compra de algo que, sin embargo, nos hace mucha falta. Entre los que han hecho posible esta romería, además de los romeros, por supuesto, está el excelentísimo ayuntamiento de Jayena, y muy especialmente su alcalde, Fernando Villarraso Moles. Sin dejar a nadie atrás, como dicen en los pueblos, también hay que mencionar a Cervezas Alhambra resfrescó el gaznate de los allí presentes; a Metalúrgica Andalucía de Alquileres, S.A., sin cuyo grupo eléctrico habría faltado la chispa. Hablando de chispas no queremos olvidar el enorme agradecimiento para Manuel Muñoz Muñoz, sin cuyo trabajo la fiesta de la espuma y la actuación en el espectáculo flamenco (en el recinto escolar estuvieron José Fernández y Magdalena Ramos, al cante y José Carlos Zárate a la guitarra), y muchas cosas más, hubieran brillado, y nunca mejor dicho, por su ausencia. 
También la Guardia Civil, de Jayena, estuvo en su puesto, y en el Vacar, pues hasta que se terminó de recoger allí permanecieron cuando el reloj pasaba las cuatro y media de la madrugada para apoyar con su presencia los últimos coletazos de la fiesta sanantoniana. También nos recomiendan que no olvidemos citar a los romeros 2000 pues su ayuda y colaboración ha sido muy importante. Y, cómo no, a todos los habitantes de Jayena que con su saber estar y saber beber han hecho que durante la romería no se produjera ningún incidente digno de destacar. 
Ahora que la fiesta se ha acabado quedan pendientes varios actos: una misa y ofrenda floral a San Antonio (día 13, 21 horas) y el traspaso de poderes a los nuevos romeros (domingo, 17). ¿Qué quienes han sido propuestos para continuar la tradición? Pues ahora mismo se lo cuento pues mis confidentes me han facilitado la relación. Éstos han sido: Julia de Cara y Manuel Navas, Andrés Moreno y Francisca Medina, Julián López y Carmen Muñoz, Emilio Lozano y Ana, Miguel A. Aguado y Belén, Antonio Aguado y Virginia Palma, Francisco Aguado y Amalia Pérez, Antonio Olmos y Olga Peregrina, Juan Heredia y Francisca Cortés, Gustavo Heredia y Rita Medina, José M. Martín y María José Rodríguez; y, por último, Antonio Márquez y María José Ferrer. A todos ellos mucho ánimo y a mantener el listón de una de las mejores romerías de la comarca de Alhama.