Cada día alguna de ellas anuncia el regreso a la actividad condicionada por la normativa que habrá que observar estos meses.
Nuestras empresas, en su mayoría bares, restaurantes, lugares de ocio, peluquerías, dentistas, comercios en general, etc., intentan volver a poner en marchas la maquinaria productiva que le ha mantenido alejadas de sus clientes durante estos meses, aunque todavía lejos de lo anterior al confinamiento, y que se necesita reactivar a fin de poder hacer frente a las necesidades, tanto económicas como fiscales y laborales, que hay que seguir realizando.
{youtube}i8XOtO_kbNM{/youtube}
De esta forma, cada día, y utilizando las redes sociales, grupos de WhatsApp y lo que cada uno tiene al alcance, se van publicitando para general conocimiento de ese regreso a la actividad, una actividad condicionada, eso sí, por una normativa que nos hacer todavía sentir prisioneros de un virus que sigue latente y que de no adoptar las oportunas medidas podría llevarnos otra vez a situaciones a las que no quisiéramos volver, por ello se impone la precaución y el seguir las normas que se indican en cada momento.
Al igual que el regreso de los niños a las calles supuso el llenar de vida el propio latir ciudadano, los mayores a sus paseos, tímidamente los bares a su actividad, y los demás establecimientos a esa relativa cotidianidad, igualmente el ver, o recibir noticias de la reapertura de lo que siempre había estad ahí y que no pensábamos que echaríamos de menos, nos va alegrando el reencuentro con lo de siempre, que en definitiva es lo nuestro.
Nos queda que se pueda normalizar la actividad docente, las citas médicas y hospitalarias, los funcionarios a sus puestos y que la sensatez sea lo que se imponga para evitar recaídas mientras llega la ansiada vacuna que normalice definitivamente la vida cotidiana, pero mientras seguiremos disfrutando de los anuncios del regreso de nuestras empresas, como hoy, lunes 8 de junio de 2020, en que el Ventorro nos remitía el anuncio de su regreso este viernes 13, como lo hacía en CEPER Alhucema, o el bar el Churrero que ya está con sus clientes desde el pasado sábado día 29 de mayo.
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De esta forma, cada día, y utilizando las redes sociales, grupos de WhatsApp y lo que cada uno tiene al alcance, se van publicitando para general conocimiento de ese regreso a la actividad, una actividad condicionada, eso sí, por una normativa que nos hacer todavía sentir prisioneros de un virus que sigue latente y que de no adoptar las oportunas medidas podría llevarnos otra vez a situaciones a las que no quisiéramos volver, por ello se impone la precaución y el seguir las normas que se indican en cada momento.
Al igual que el regreso de los niños a las calles supuso el llenar de vida el propio latir ciudadano, los mayores a sus paseos, tímidamente los bares a su actividad, y los demás establecimientos a esa relativa cotidianidad, igualmente el ver, o recibir noticias de la reapertura de lo que siempre había estad ahí y que no pensábamos que echaríamos de menos, nos va alegrando el reencuentro con lo de siempre, que en definitiva es lo nuestro.
Nos queda que se pueda normalizar la actividad docente, las citas médicas y hospitalarias, los funcionarios a sus puestos y que la sensatez sea lo que se imponga para evitar recaídas mientras llega la ansiada vacuna que normalice definitivamente la vida cotidiana, pero mientras seguiremos disfrutando de los anuncios del regreso de nuestras empresas, como hoy, lunes 8 de junio de 2020, en que el Ventorro nos remitía el anuncio de su regreso este viernes 13, como lo hacía en CEPER Alhucema, o el bar el Churrero que ya está con sus clientes desde el pasado sábado día 29 de mayo.
A todos ellos les deseamos les vaya lo mejor posible, al igual que a todos los que ya regresaron o regresarán en estos días.