El viernes 25 de septiembre, Andrés reunía a amigos y paisanos para presentar un libro que recoge algunos de sus mejores pregones.
En el salón de actos del ayuntamiento se reunieron algunos de los amigos de Andrés para asistir a este acto literario y vital, porque este libro, recoge la literatura del autor, pero también se puede entrever la vida de nuestro país en sus últimos años, a través de las reflexiones, siempre certeras y oportunas de nuestro paisano.
Como dicta el protocolo, abrió el acto Jesús Ubiña con palabras de salutación y bienvenida a los presentes y a quienes en la mesa lo acompañaban, Ángel Muñoz, concejal de cultura, Rafael Jesús López de Espinosa, presidente del Liceo de Málaga y el propio Andrés.
En su intervención Jesús Ubiña reconoció la deuda que Alhama tiene con Andrés por su entrega a Alhama y todo lo alhameño, y lo definió como el mejor embajador de Alhama.
Ángel Muñoz destacó el honor que para él supone la presentación de este libro consagrado al enaltecimiento de lo alhameño, y de su autor recordó su amplia obra publicada, treinta libros y trescientas monografías en las que se puede ver “el fervor, la devoción, la admiración y el cariño de su autor a los pueblos y las personas”.
Sí, prosiguió el concejal de cultura, ahora es un torbellino, con dieciocho años, cuando empezó, que no sería.
El presidente del Liceo de Málaga, institución editora del libro presentado, Rafael Jesús López Espinosa, recordó que los primeros pregones recogidos en el volumen los pronunció el autor con dieciocho años y que desde entonces son más de cien los pronunciados. Lo que caracteriza a todos, prosiguió es reflejar una serie de emociones y sentimientos, expresados de formas diversas, pero que siempre han formado parte del bagaje del autor. Comentó también que a veces algunos de esos pregones han sido escritos casi sobre la marcha, otros llevan la marca de Andrés y en ellos aprovecha para proponer nuevas iniciativas,
Tras la intervención del presidente del Liceo de Málaga fue el propio autor del libro el que se dirigió a los presentes para explicar la razón de la escritura del mismo, que no es otra que la de dejar constancia de que en los pregones recoge lo primordial de su vida, “no escribiré mis memorias, así tampoco escribiré de lo que no estoy orgulloso”, pero en los pregones, está ese joven que con dieciocho años empezó a implicarse en las cosas de Alhama.
Del libro dijo que son 26 o 27 pregones que reflejan el sentir que “he tenido a lo largo de mi vida”. Confesó Andrés que lo que pretende con los pregones es llegar a las personas y continuó reconociendo que ha tenido la suerte de tener amigos que le llevaban veinte años y que le enseñaron muchísimo, en ese sentido hicieron lo que hubiera hecho mi padre.
Sobre los pregones, contó que al principio eran breves, de poco más de folio o folio y medio, pero que ahora se los piden largos, de al menos 45 minutos, lo que le ha permitido centrarse en un tema y profundizar en él.
Termino comentando que “este libro es parte de lo que yo he sido, de mi memoria, de mis recuerdos y así quisiera que quedara entre nosotros” Los pregones son la expresión de los sentimientos que quedan para siempre y son el reflejo de un tiempo, lo que, comentó el autor, debe tenerse en cuenta a la hora de su lectura.
Finalizó el acto con la firma de ejemplares del libro y nosotros queremos terminar esta reseña con unas palabras de Andrés escritas en 1972: “Nos hace falta imaginación. Imaginación limpia, propulsora de belleza natural en todas las mentes y la humanidad sería otra, imaginación con capacidad para amarnos unos a otros por encima de ridículos convencionalismos y diferencias de cualquier clase, imaginación que nos induzca a luchar en pro de la auténtica implantación de la justicia social y de la libertad; imaginación con facultad de melodía y creo que acabaríamos por sentirnos parte de una verdadera hermandad en reto imperecedero a egoísmos y ambiciones.”
Dicho en Alhama de Granada en 1970.
* El libro se puede adquirir en la librería Ruiz de Alhama, en la Calle Fuerte.
Fotos: Pablo Ruiz y Prudencio Gordo.