Salvador Raya saca a la luz los acontecimientos vividos durante la invasión francesa



En “Alhama de Granada en la crisis napoleónica y el reinado de Fernando VII (1800-1830)” desgrana a lo largo de 320 páginas unos acontecimientos históricos locales junto con los episodios nacionales que los provocaron.

 
 Hasta un total de 35 obras relacionadas con la historia alhameña, entre monográficos, guías y libros, ha dado a la imprenta este prolífico investigador que ha recogido con gran lujo de detalles todos los acontecimientos que han sucedido en la comarca de Alhama de Granada. Conocedor como nadie del Archivo Municipal y otros provinciales y nacionales, su experiencia didáctica y su atención a nuevos e inéditos documentos que se publican en Internet, le permiten alumbrar un nuevo libro con el que pretende que cualquier investigador, en general, y los alhameños, en particular, conozcan lo que aconteció en Alhama en el primer tercio del siglo XIX.

Salvador Raya Retamero nos sorprende con un nuevo título dedicado a su ciudad natal. Este alhameño, doctor en Historia y miembro del Grupo de Investigación "Antropología y Filosofía" de la Universidad de Granada, no ha querido dejar pasar la efemérides del bicentenario de la ocupación francesa  para contar con un gran aporte documental uno de los períodos más desconocidos de la historia de Alhama.

Grabado inédito de Alhama en el siglo XIX

Todo ello pese a las “mutilaciones ignomiosas”. El prologuista de su último libro, Francisco Luís Díaz, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, así lo reconoce debido a la destrucción documental, bien por los franceses, bien por los propios españoles para borrar huellas delatoras de sus conductas, y también por la deformación interesada de las fuentes. Dificultades que a nivel local ha tenido que sortear el historiador alhameño, pero de las que ha salido airoso “como avezado piloto en un mar cuajado de iceberg, durante la larga investigación requerida por el libro que ahora saca a la luz”.



Apéndice documental

Publicación que está estructurada en tres grandes bloques temáticos, a los que incorpora, como es habitual en sus libros, un valioso apéndice documental. Más de la mitad del libro está dedicado al período de la influencia napoleónica, el segundo al reinado de Fernando VII y el tercero ofrece una aproximación al modo de vida cotidiano y popular.

Todo ello ilustrado con un buen número de imágenes relacionadas con el momento histórico que se describe o con la historia de Alhama, como es el caso del grabado inédito realizado por Chapuy en el siglo XIX, en el que se aprecia una imagen de Alhama desde el Camino de los Ángeles que, afortunadamente, apenas ha sufrido variación.

Desaparecidos

Tanto el prologuista como el autor denuncian la desaparición de los libros capitulares, así como documentos eclesiásticos relacionados con estos años. Así mismo, Salvador Raya dedica varias diez páginas (259-269) a realizar una reseña histórica del Archivo Municipal de Alhama e indica sin tapujos que “la forma habitual de pérdida de documentación en todas las épocas en los archivos, frecuentemente es debida, ahora como antes a la intencionalidad” por lo que termina reclamando a las corporaciones actuales “realizar las pesquisas oportunas destinadas a la localidad del libro de repartimientos y del padrón estadístico de fincas urbanas del siglo XIX”.

Padrón de 1614

Entre las principales novedades de esta publicación que recoge la ocupación de las tropas francesas que llegaron a Alhama mientras la población celebraba el día de la Candelaria (2 de febrero) de 1810 y permanecieron hasta septiembre de 1812, destaca la inclusión del padrón de la vecindad del 29 de octubre de 1614 en el que aparecen por barrios o calles los vecinos residentes por entonces en la localidad con expresión de su estado civil,  las páginas dedicadas a los cuadros de costumbres en los libros de viajes y la presencia e integración de los gitanos en la Alhama decimonónica. Así mismo, aprovecha para reclamar la recuperación y conservación de la Cruz de los Ángeles, en el Palo de la Hoz, último testigo “del degüello de los franceses” como testimonio que se ha mantenido del centenar de alhameños que perecieron durante esta ocupación.