La alhameña Elena Olmos representó a la provincia de Granada en el Festival España 52 durante el No-Campeonato-Nacional 3x3 celebrado en Ubrique, Cádiz



Este torneo se viene celebrando ininterrumpidamente desde 2005, y por primera vez han participado jugadores y jugadoras de baloncesto ordinario de nuestro país; hecho que supone un antes y un después en la organización de eventos deportivos nacionales.


 Los pasados días del 26 al 28 de agosto, se celebró el No-Campeonato-Nacional 3x3 de baloncesto, en Ubrique, Cádiz; jugando 101 partidos durante 72 horas del hablado basket 3x3.

 Su organizador, Toni Rodríguez, ha recorrido más de 130 países fomentando y realizando torneos 3x3. Con el objetivo de unir personas a través del baloncesto, Toni, llega en 2019 a la Universidad de Granada, presentando su proyecto en la materia de Fundamentos del baloncesto, haciendo así de mi interés por este evento.

 Posterior a este, sigue con su proyecto y realiza entrenamientos para seleccionar participantes basándose en las habilidades técnicas, humanas y creativas, además de crear un ambiente donde se encuentran características cómo la cooperación, trabajo en equipo, aceptación y disfrute; las cuales se han visto representadas en el desarrollo de FestivalEspaña52.


 En relación a la cooperación, para completar los entrenamientos y selecciones se ha necesitado de casi 510 llamadas y conversaciones con directoras y directores de clubes. Estos datos generan una reflexión sobre una mitad de España, la que coopera alrededor de ideas similares junto a desconocidos con una cifra cercana al 10 % de aceptación de esas llamadas. Un libro del organizador, “España 52. Qué pasaría si me apellidara Gasol”, con más de 1.500 ejemplares vendidos, ha servido de financiación íntegra para los y las participantes. En el próximo verano se espera saltar de 26 a 52 y conseguir así la unión real de las 52 provincias españolas, dejando un legado baloncestístico propio.

 De manera indirecta Elena Olmos participó en el torneo actuando en diferentes ámbitos. Se comenzó con la llegada al camping y organización del evento, interactuando con las diferentes personas que participaban y las cuales venían de diferentes provincias de España.

 Cómo jugadora sintió algo inexplicable, manifestando así: “siendo jugadora de fútbol sala pude usar técnicas con el balón en los pies y disfrutar del baloncesto como nunca lo había hecho. Este torneo era diferente, era libre, tenía esa magia que hace falta para sacar tus capacidades”. Sintió cómo podía ser partícipe de un evento extraordinario que, como bien dice Toni: “Con personas ordinarias se logran cosas extraordinarias”.


 Gracias a las jugadoras de Segovia, participaron como equipo “andaluzas” consiguiendo competir como un equipo más del torneo, destacando también la ayuda de las jugadoras de Sevilla y Málaga.

 Además de jugadora, la participación de la granadina Elena, nos comentó que: “en el torneo fue una oportunidad para aprender a gestionar un evento, gracias a la confianza que Toni deposita en mí desde el primer momento, pude actuar en varias funciones cómo anotadora, fotógrafa y logística”.

 La convivencia durante los días del torneo fue algo que le llamó la atención ya que, sin conocerse de absolutamente nada, consiguieron un ambiente alegre, divertido, de aceptación, compañerismo en el que se vieron gestos positivos por parte de todas las personas que formaron parte del evento. Tanto entrenadores/as, jugadores/as, voluntariado y partícipes indirectos del evento hicieron de esta, una experiencia gratificante y conmovedora, la que Elena podría definir como: “Sentir tus capacidades gracias a personas que te hacen crecer”.


 Además de los 101 partidos en 72 horas, las actividades paralelas, tanto en la pista central como en el alojamiento oficial del evento “Camping La Torrecilla”, se celebraron concursos que invitaban a participar, acompañados de música y efectos múltiples. A través de juegos y desafíos, se consiguió generar una energía propia en los participantes que, junto a las iniciativas por parte de entrenadores y voluntarios, acabaron agotados.



 Elena termina afirmando que: “Estoy muy contenta con la participación en este evento, creado desde el corazón y el aguante de los y las entrenadoras de España, que han llegado a diferentes jugadores y jugadoras. Ya estamos deseando que llegue el verano de 2022 para seguir reescribiendo la historia del baloncesto nacional desde lo ordinario con nuestro Festival España 52, propio, pionero, real, libre. Ubuntu”.