El autobús fletado por la Diputación de Granada, llegó justo a la hora prevista, ya estamos acostumbrados a esta puntualidad británica en estos desplazamientos, el conductor resultó ser un medio paisano nuestro, de nombre Luis y vecino desde hace pocos años en el barrio de la Joya.
Los compañeros/as fueron llegando poco a poco dentro del horario previsto y enfilamos hacia la Calahorra, la predicción del tiempo presagiaba un día benévolo para por fin poder caminar sin agua, sin barro, sin viento, sin frio, sin niebla, sin... no lo podíamos creer, pero con esa ilusión partimos, a ver a la llegada a destino como se comportaría este tiempo que parece más bien de otras latitudes, más que del sur.
A la hora prevista llegamos a la Calahorra con un sol un poco esquivo entre tanta nube, el castillo apostado en su colina, da la bienvenida al viajero totalmente indiferente, pero advirtiéndole que pisamos una noble tierra, una parada para esperar a nuestros guías, un cafecillo y para el puerto de La Ragua, sin perder tiempo, queríamos empezar temprano, vaya a ser que el día se estropeara y queríamos apurar al máximo.
Alberto, uno de nuestros guías nos advierte que el primer tramo de esta bajada esta algo dificultoso, es un tramo de unos doscientos metros de piedra suelta en un pequeño desfiladero y de paso de uno en uno, nos sugiere dejarlo y avanzar un poco hasta la mismísima posada de los arrieros un hotel rural y un restaurante idílico perdido en dicho barranco en la carretera Alp-612, con dirección a Bayarcal.
La subida al puerto de la Ragua es una carretera de montaña estrecha y de preciosas vistas a la zona de Guadix, con curvas de infarto, algo de nieve en algunos puntos y poco más, el bus nos dejó ya en bajada a 1.170 m de altitud, descendimos y comenzamos a caminar, el frio era bastante intenso, así, bien pertrechados, guantes, bragas de cuello, gorros de lana comenzamos nuestro periplo.
Pronto nos echamos desde la carretera al barranco del arroyo del Palancón, que eso si era un arroyo pero bajaba muy caudaloso, hasta el punto de que tuvimos que buscar un paso del mismo alternativo, ya que el usado de siempre presentaba cierta dificultad. Los senderos por donde transitamos son tramos del GR-7, el sendero Sulayr (GR-240) y del sendero de largo recorrido GR-140, senderos ya conocidos por nosotros, menos este último. El GR-140, un sendero que va desde el Cabo de Gata en Almería, hasta el puerto de la Ragua en Granada, una auténtica aventura de 169 Km repartidos en diez etapas, nosotros pisamos el último tramo desde Bayarcal a puerto la Ragua, más información en (www.fedamon.com/?q=content/el-gr-140-puerto-de-la-ragua).
Pero el nuestro el GR-7, seguía bajando y bajando, por el paraje conocido como “el vivoral”, entre un precioso bosque de encinas pinos y enebros, también a cada paso el sendero estaba repleto de plantas aromáticas (tomillo, romero, cantueso, lavanda….), nos hicimos una foto de grupo en una insólita y extraña era de labor, en un sitio imposible, suelo estaba fabricado con placas de pizarra, toda una delicia, con el rugir de las aguas del arroyo del Palancón siempre al fondo del barranco.
Así, kilómetro a kilómetro atravesamos por el paraje llamado de la Dehesa de Moya, disfrutando de un paisaje y unas vistas impresionantes atravesamos el barranco de la fuente del zarzal, con bastante agua también y de nuevo retomar el GR-7 y el GR-140, para seguir esta vez en tímida subida y entroncar con la carretera de Bayarcal ya en el límite de la provincia de Almería.
Andamos por esta carretera para atrochar unos metros y ya otra vez en la carretera y tras dejar atrás unos castaños enormes, nos dejamos caer hasta el corazón mismo de este pueblo almeriense, que es conocido como el más alto de la provincia, justo llegamos a la Plaza de la Iglesia, cuando salían sus vecinos de la Iglesia en este domingo de Ramos, ofreciéndole a algunos caminantes con unas ramas de olivo (www.bayarcal.es).
El descanso de la comida lo hicimos aquí, en un mirador junto a la carretera hacia la Alpujarra granadina que ya limita con la provincia de Almería, al lado de una pintoresca fuente hecha con la rueda de piedra de un molino. Ya solo quedaban escasos cuatro kilómetros para llegar a nuestro objetivo final el pueblo de Laroles.
El sendero a partir de esta fuentecita, donde comimos es muy pintoresco, desciende por una empinada calle que desemboca en un lavadero público, con sus pilas de lavar muy bien conservadas y utilizables, este sendero es el SL-A 148, o sea un sendero local que se le denomina sendero de los molinos y que es de corto recorrido por los alrededores del pueblo, es una tremenda bajada por el llamado barranco alto, con alguna piedra suelta hasta el mismísimo cauce del arroyo del Palancón, que por la cantidad de agua que llevaba, de nuevo tuvimos que buscar un paso alternativo, que se solvento sin muchas dificultades, y donde todos/as echamos una mano.
El último tramo de camino ya deja a la derecha el sendero de los molinos para convertirse de nuevo a nuestra izquierda en nuestro GR-7, que circula por una vieja vereda vecinal que unía antaño estas dos localidades en la misma frontera provincial, tras el paso del rio de nuevo estábamos en la de Granada , dejando tierras almerienses.
Las imágenes de “la cuerda” de senderistas, uno a uno y a nuestras espaldas el pueblo encaramado en lo alto del inmenso barranco era impresionante, quedara almacenada en las retinas del “personal”, como tantas otras. El sendero se transforma a la subida de esta vereda en camino de más anchura y ya este, nos dejó el Laroles, (www.nevada.es/tupueblo/laroles.htm)
Con un precioso sol de principio de primavera dándonos una calor especial a los 35 senderistas, que ese día nos congregamos para caminar por esta frontera granadina y almeriense, descendiendo hasta los 1.040 m de altitud desde los 1.752 de comienzo de ruta. Una ruta hecha en 4 horas y treinta y seis minutos y de 11 km y 480 m de recorrido.
Unas cervezas para compensar este esfuerzo, al sol de una impresionante terraza en un local cercano a la llegada de la ruta y donde nos esperaba el autobús, fue el colofón a esta ruta del programa de rutas senderistas de la Diputación de Granada y que por su puesto seguiremos participando en el en la próxima temporada.
Agradecimientos a Jorge y Alberto, nuestros guías favoritos de Aldéire y cómo no, a nuestro joven conductor Luis, del Almendral de Zafarraya pero que ya es paisano nuestro ya que una alhameña le robo el corazón hace años y ya vive aquí con su familia, pues ya tienes un montón de amigos más, Luis esperemos que en otra ocasión disfrutemos de tu simpatía mientras conduces. Gracias.
A la hora prevista llegamos a la Calahorra con un sol un poco esquivo entre tanta nube, el castillo apostado en su colina, da la bienvenida al viajero totalmente indiferente, pero advirtiéndole que pisamos una noble tierra, una parada para esperar a nuestros guías, un cafecillo y para el puerto de La Ragua, sin perder tiempo, queríamos empezar temprano, vaya a ser que el día se estropeara y queríamos apurar al máximo.
Alberto, uno de nuestros guías nos advierte que el primer tramo de esta bajada esta algo dificultoso, es un tramo de unos doscientos metros de piedra suelta en un pequeño desfiladero y de paso de uno en uno, nos sugiere dejarlo y avanzar un poco hasta la mismísima posada de los arrieros un hotel rural y un restaurante idílico perdido en dicho barranco en la carretera Alp-612, con dirección a Bayarcal.
La subida al puerto de la Ragua es una carretera de montaña estrecha y de preciosas vistas a la zona de Guadix, con curvas de infarto, algo de nieve en algunos puntos y poco más, el bus nos dejó ya en bajada a 1.170 m de altitud, descendimos y comenzamos a caminar, el frio era bastante intenso, así, bien pertrechados, guantes, bragas de cuello, gorros de lana comenzamos nuestro periplo.
Pronto nos echamos desde la carretera al barranco del arroyo del Palancón, que eso si era un arroyo pero bajaba muy caudaloso, hasta el punto de que tuvimos que buscar un paso del mismo alternativo, ya que el usado de siempre presentaba cierta dificultad. Los senderos por donde transitamos son tramos del GR-7, el sendero Sulayr (GR-240) y del sendero de largo recorrido GR-140, senderos ya conocidos por nosotros, menos este último. El GR-140, un sendero que va desde el Cabo de Gata en Almería, hasta el puerto de la Ragua en Granada, una auténtica aventura de 169 Km repartidos en diez etapas, nosotros pisamos el último tramo desde Bayarcal a puerto la Ragua, más información en (www.fedamon.com/?q=content/el-gr-140-puerto-de-la-ragua).
Pero el nuestro el GR-7, seguía bajando y bajando, por el paraje conocido como “el vivoral”, entre un precioso bosque de encinas pinos y enebros, también a cada paso el sendero estaba repleto de plantas aromáticas (tomillo, romero, cantueso, lavanda….), nos hicimos una foto de grupo en una insólita y extraña era de labor, en un sitio imposible, suelo estaba fabricado con placas de pizarra, toda una delicia, con el rugir de las aguas del arroyo del Palancón siempre al fondo del barranco.
Así, kilómetro a kilómetro atravesamos por el paraje llamado de la Dehesa de Moya, disfrutando de un paisaje y unas vistas impresionantes atravesamos el barranco de la fuente del zarzal, con bastante agua también y de nuevo retomar el GR-7 y el GR-140, para seguir esta vez en tímida subida y entroncar con la carretera de Bayarcal ya en el límite de la provincia de Almería.
Andamos por esta carretera para atrochar unos metros y ya otra vez en la carretera y tras dejar atrás unos castaños enormes, nos dejamos caer hasta el corazón mismo de este pueblo almeriense, que es conocido como el más alto de la provincia, justo llegamos a la Plaza de la Iglesia, cuando salían sus vecinos de la Iglesia en este domingo de Ramos, ofreciéndole a algunos caminantes con unas ramas de olivo (www.bayarcal.es).
El descanso de la comida lo hicimos aquí, en un mirador junto a la carretera hacia la Alpujarra granadina que ya limita con la provincia de Almería, al lado de una pintoresca fuente hecha con la rueda de piedra de un molino. Ya solo quedaban escasos cuatro kilómetros para llegar a nuestro objetivo final el pueblo de Laroles.
El sendero a partir de esta fuentecita, donde comimos es muy pintoresco, desciende por una empinada calle que desemboca en un lavadero público, con sus pilas de lavar muy bien conservadas y utilizables, este sendero es el SL-A 148, o sea un sendero local que se le denomina sendero de los molinos y que es de corto recorrido por los alrededores del pueblo, es una tremenda bajada por el llamado barranco alto, con alguna piedra suelta hasta el mismísimo cauce del arroyo del Palancón, que por la cantidad de agua que llevaba, de nuevo tuvimos que buscar un paso alternativo, que se solvento sin muchas dificultades, y donde todos/as echamos una mano.
El último tramo de camino ya deja a la derecha el sendero de los molinos para convertirse de nuevo a nuestra izquierda en nuestro GR-7, que circula por una vieja vereda vecinal que unía antaño estas dos localidades en la misma frontera provincial, tras el paso del rio de nuevo estábamos en la de Granada , dejando tierras almerienses.
Las imágenes de “la cuerda” de senderistas, uno a uno y a nuestras espaldas el pueblo encaramado en lo alto del inmenso barranco era impresionante, quedara almacenada en las retinas del “personal”, como tantas otras. El sendero se transforma a la subida de esta vereda en camino de más anchura y ya este, nos dejó el Laroles, (www.nevada.es/tupueblo/laroles.htm)
Con un precioso sol de principio de primavera dándonos una calor especial a los 35 senderistas, que ese día nos congregamos para caminar por esta frontera granadina y almeriense, descendiendo hasta los 1.040 m de altitud desde los 1.752 de comienzo de ruta. Una ruta hecha en 4 horas y treinta y seis minutos y de 11 km y 480 m de recorrido.
Unas cervezas para compensar este esfuerzo, al sol de una impresionante terraza en un local cercano a la llegada de la ruta y donde nos esperaba el autobús, fue el colofón a esta ruta del programa de rutas senderistas de la Diputación de Granada y que por su puesto seguiremos participando en el en la próxima temporada.
Agradecimientos a Jorge y Alberto, nuestros guías favoritos de Aldéire y cómo no, a nuestro joven conductor Luis, del Almendral de Zafarraya pero que ya es paisano nuestro ya que una alhameña le robo el corazón hace años y ya vive aquí con su familia, pues ya tienes un montón de amigos más, Luis esperemos que en otra ocasión disfrutemos de tu simpatía mientras conduces. Gracias.
Nuestra próxima salida |
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Recomendaciones para nuestros socios para esta ruta 12 del 6 y 7 de abril de 2013 - Llevar ropa y calzado adecuados para la práctica del senderismo. - Llevar comida y agua. - Llevar siempre encima vuestra tarjeta federativa, es muy importante. - Se recomienda llevar también siempre en vuestra mochila: toalla y un chubasquero o cortavientos. - Se recomienda llevar unas gafas de sol y crema protectora. - Se ruega estricta puntualidad a la hora de la salida de esta ruta, es muy importante. Muy importante para esta ruta 1.- Los supermercados del pueblo donde vamos a pernoctar el sábado día 6, no cierran hasta las nueve de la noche. 2.- El hotel Montaña, donde vamos a dormir, nos va a dejar dos habitaciones de cortesía para asearnos después de la ruta, con lo cual si alguien quiere llevar ropa diferente para el viaje, en dichas habitaciones se pueden dejar el equipaje, para cambiarse luego de ropa. 3.- LOS SOCIOS QUE A ÚLTIMA HORA, Y QUE POR CUALQUIER CIRCUNSTANCIA, NO PUDIERAN VENIR A ESA RUTA, SE OS PIDE QUE LO NOTIFIQUÉIS ANTES DEL DÍA 2 DE ABRIL, ESTA ES LA FECHA TOPE, DESPUÉS DE LA MISMA NO SE PUEDEN HACER. |
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