Carnaval

 Ya ha terminado el Carnaval 2011, es hora de volver a guardar los trajes, hacer recopilación de coplillas, releer las letras y visionar las fotos. Todo ello pasa ya a formar parte de la historia del Carnaval alhameño, de cuantos han participado y de cuantos lo han vivido.

 Ha sido un buen carnaval, la sensatez se ha asentado y por fortuna no se ‘espantó’ a la gente el Domingo de Piñata como ocurriera el pasado año con las músicas ajenas a la fiesta que distorsionaron la esencia de nuestro Carnaval y nos hicieron perder puntos en este sentido.

 De hecho hasta los propios alhameños lo han prolongado, ya que las vísperas de los días, entendido como oficiales, se veían máscaras en ese adelanto del ambiente nocturno que ya presagiaba un interés por nuestra fiesta.

 Si se sigue esta línea lo único que se puede conseguir es que el Carnaval vaya a más, y que sea más apreciado por nosotros mismo y por cuantos nos visitan, con el consiguiente provecho para nuestra diversión y de nuestra tradición, al tiempo que crea ambiente para los negocios locales, cosa que también es muy importante y necesaria.

Hay quien dice de cambiar las fechas

 Ya incluso el personal está concienciado de que esto hay incluso que mejorarlo, para ello se oyen voces de ajustar las fechas a un calendario que sea más provechoso. Como todo, tiene sus pros y sus contras, por una parte la tradición, el asentamiento y el contenido que ya se le han dado a cada uno de los cuatro días de su duración, pero por otro está la idea de sacarle más provecho y ajustarlos, como la feria, a unos días más apropiados donde hay más tiempo libre.

 Quizás de una y otra parte se tenga razón, pero no debemos olvidar que nuestro Carnaval quizás sea único por eso, por lo que conserva, no porque se haga igual que los demás. De todas formas, habría que escuchar a todos y ver lo que más conviene.