Natalia Moralo y Fernando Rey, se llama copla, se llama arte



 Derroche de arte, simpatía, copla y cante, que de todo hubo, el que desplegaron la malagueña y el granadino el sábado 27 con motivo de la 4ª Feria Agroganadera de Alhama.


 Ni el intenso calor, ni la hora, pasadas las tres y media de la tarde, supusieron impedimentos para que el público disfrutara de las actuaciones de Natalia Moralo y Fernando Rey y ellos del aplauso y el cariño constantes que se les demostró, acompañamiento de baile espontaneo incluidos.

 Abrieron los dos la actuación con “De Andalucía yo soy” para proseguir Natalia, después de comentar que si les tocaba la lotería compraban “El Baño y el Castillo de Alhama con “Nardo con bata de cola” y “Rojo clavel”, en la estupenda voz de Natalia, que mientras cantaba y se movía con gracia y arte por el recinto, el escenario se quedaba pequeño, desgranaba los versos y los acordes de las coplas, voz en directo, música pre grabada.

 Mientras Natalia se iba una mijita a la sombra Fernando interpretó “Calle de Elvira” y una marcha torera dedicada a la muerte del torero Joselito. Y justo después un fragmento de “Capote de grana y oro” a capella, dedicado a la abuela, recientemente fallecida, de una muchacha que hizo la petición.

 Nuevamente los dos en escena, y con los coros del respetable, “Échale guindas al pavo”, puso la nota alegre y picara de la tarde.

 “Campanero jerezano” fue el tributo de Natalia a Perlita de Huelva, que continuó homenajeando a las madres presentes y a la suya con un fandango “a capella” que emocionó a madres, padres e hijos.

 Manolo Caracol recibió el recuerdo de Fernando que cantó “La Salvaora” seguida de otro fandango “a capella”. Continuaron Natalia y Fernando con un trocito de “Mi niña Lola”, a petición del público, también sin acompañamiento musical.

 Cada uno tiene su corazoncito y sus preferencias y a mí me encanta Rafael Farina y la versión magistral de Natalia de “Salamanca”, fandango incluido, me supo a gloria, dicho queda, de igual modo que al resto del público.

 Y el homenaje la figura del baile más grande que ha dado la historia, Carmen Amaya, en la voz de Fernando, también fue formidable. A petición del público cantó también la granaina de Chacón “Engarzada en oro y marfil”, incluso sin guitarra sonó a cante de categoría y bien templado.

 Nuevamente los dos y con el acompañamiento del público, “El olé” nos fue conduciendo casi la hora de la despedida, pero el público quería más y hubo que repetir la copla que abrió la actuación, “De Andalucía yo soy” ante un respetable entregado al máximo y al que el calor no le importaba lo más mínimo.

 Después los saludos del público, posar para fotos con la gente y proseguir viaje por parte de Natalia que esa misma noche tenía otra actuación en la que seguramente también se metió en el corazón del público desde el primer momento, como lo hicieron ella y Fernando en Alhama.

 Se llama Copla, se llama arte, se llama entrega a lo que hacen porque es lo que les gusta hacer y eso, se nota. Dejaron un buen recuerdo en Alhama y me consta que ellos también se han llevado consigo buenos recuerdos de este pueblo y de sus gentes.
















Redacción gráfica: Prudencio Gordo.