Conociendo China (VI). El mausoleo Xia xia (Ningxia)



 Este complejo se localiza al oeste de Yinchuan, a los pies de las bellas montañas Helan.





 Allí encontramos el impresionante museo consagrado a la efímera dinastía Xia del Oeste y en la planicie próxima una serie de túmulos con las tumbas de nueve reyes. La zona abarca una superficie de 53 km² y popularmente recibe el nombre de Las pirámides chinas incluidas en la lista del patrimonio nacional desde 1988.

 El Museo ofrece una rica colección de materiales que fueron aflorando en los sucesivos estudios y excavaciones de la zona; muestra el legado que esa dinastía dejó en la historia de la región norteña a pesar de su efímero período histórico en la milenaria china que afectó a esta inhóspita y alejada tierra en el gran noroeste del país. Por sí mismo cubre más de cinco mil metros cuadrados y está levantado en un estilo arquitectónico moderno y a la vez tradicional. Dispone de áreas de servicios y todo tipo de comodidades para el visitante o el investigador.

 Las tumbas o túmulos imperiales (XI XIA WAN LING = Tumbas de Los Xia del Oeste) se localizan a una veintena de kilómetros de la capital. Del misterioso reino apenas quedan vestigios y en el Mausoleo Xia Xia hay que hacer un gran esfuerzo de síntesis para tratar de imaginar lo que fue. El hecho es que esa dinastía protagonizó una expansión territorial que no deja de sorprender a propios y extraños y el reino se caracterizó por la absorción de las culturas existentes en las planicies centrales. En el museo nos encontramos una somera explicación de su época histórica en seis secciones:

-El movimiento de Dang Xiang hacia occidente.
-Las consecuencias políticas, el derecho y la estrategia militar del imperio.
-La evolución socio-cultural y económica de la región.
-La cultura.
-La religión.
-Las pirámides del Este.

 Se dice que los individuos que integraron el reino Xia Xia procedía de las tribus Tangut (familia lingüística tibetana) que se expandieron por lo que hoy es Ningxia en el siglo XI y lograron un inusitado esplendor hasta la gran devastación mongola, a principios del XIII. Gengis Khan y sus tropas participaron el campaña de 1226-27, el gran guerrero moría el 18 de agosto de 1227, pero su imperio se expandió desde Beijing hasta las puertas de Viena. El territorio de este reinado Xia Xia abarcó (también) las actuales regiones de Qansu y Shaanxi que fue a donde viajaron los otros ganadores del concurso de la otrora Radio Pekín.

 Los Tangut constituían un estado tributario en la Dinastía Sung (960-1279), fue Chao Yuan-hao el que asumió el título de emperador en 1038 y se embarcó en una campaña para conquistar China. Hubo 17 soberanos y establecieron su gobierno en lo que hoy es el sur de la provincia de Shaanxi, al oeste de la provincia de Henan. Da Yu fue el que logró dominar las aguas del río Amarillo y evitar las frecuentes inundaciones. Otro de sus personajes peculiares fue Jie [el último monarca de esta dinastía] que eliminaba a cualquiera que se le oponía hasta que un día él fue el eliminado y el imperio desapareció para siempre.

 En realidad no hay muchos documentos y los historiadores buscan los datos en los Registros Históricos de Sima Quian, una especie de vademécum de la historia china de todos los tiempos. Al compás de los avances de las investigaciones arqueológicas, iniciadas en 1959, se han ido produciendo numerosos hallazgos de importancia en Erlito (provincia de Henan).

 En la actualidad, a pesar de la peculiaridad hui, la minoría étnica más numerosa en la región de Ningxia, la realidad es que los han son los mayoritarios y existen otros pequeños grupos étnicos, donde son fácilmente distinguibles tibetanos y mongoles. Los chinos han los consideraban bárbaros, pero a juzgar por los utensilios y reliquias arqueológicas que pude contemplar, creo que se puede colegir que realmente alcanzaron un considerablemente alto nivel de sofisticación hasta que el reino fuera devastado y saqueado, de manera inmisericorde, por las hordas de Gengis Khan (1227). Fue tan grande el desastre bélico que apenas quedó rastro de aquella efímera y próspera dinastía a la que hay que atribuirle el calendario chino que ha llegado hasta nuestros días y donde se computan los años de doce meses de acuerdo con la posición de la Osa Mayor.

 A partir del siglo XV Yinchuan se convirtió en la capital del reino XIA DEL OESTE que, a nivel de historia, aparece “misteriosamente” en aquellas desangeladas llanuras del gran norte de China (aunque al estar al abrigo de las bellas montañas Helan, una cordillera de casi 4.000 metros de altura, hace que el clima no sea tan riguroso, aunque durante mi estancia no era anormal ver bajar el mercurio a menos 15º, sólo si soplaba el viento siberiano descubrías los extremos, rigurosos, del frío de la región; en caso contrario, con una escasa humedad, bien abrigado, el frío era más que soportable) que, gracias al omnipresente río Amarillo, se muestra arbolada y fértil a los pies del desierto.







 


Hasta la próxima aventura. Juan Franco Crespo.