1-mayo-2017, lunes



Las calderas de la 'esencia' (1)

 En pleno Valle del Genil, en los difíciles años, (décadas 50 y 60), un ingenio hispano, encontró en este oficio una salida a la precaria economía.

 Mi amigo, entonces no era capitán, por todo un día ¡de sol a sol! y dejándose, físicamente, la piel sacaba 20 pesetas (de as de año 1964).

 El tomillo se cría a una altura de 900 metros. la juncia y la alhucema, de 1150 hacía arriba.

 Había de recorrer varios kilómetros para, con una hoz pequeña, segar los tallos en flor y formar un haz de, hasta 4 @, que, porteaba, a hombros, desde el Cerro del Calar en Güejar Sierra, Los Jarales, o la Haza del Hornillo, hasta los almiares, (especie de pajar a aire libre), junto a las Calderas.

Felicidades a:
José (obrero, patrono de los trabajadores), Estíbaliz, Jeremías, Amador, Orencio, Paciencia, Columba, Anonimata, Segismundo, Peregrino, Isidora y Ricardo.
(AMADOR, hermoso nombre, nacido de la lengua española, Amador es el que ama.  En torno a este don extraordinario, de amar, se han formado otros nombres, como: Amancio, Amando, Amado, Amor, Amable y el compuesto Amadeo).

Hasta mañana, paz y bien.