El tiempo es un jugador ávido.
Del poema “El reloj”, de Charles Baudelaire, en el libro "Las flores del mal", (publicado en 1857),
Recuerda que el tiempo es un jugador ávido,
Que gana sin trompear, ¡en todo golpe es la ley!,
El día declina; la noche aumenta: ¡recuerda!
El abismo tiene siempre sed, la clepsidra, se vacía.
En sólo una estrofa, no podremos, quizá, alcanzar las etéreas regiones, morales y espirituales de su poesía, y perdernos en la sublime belleza de su lenguaje, referencia clásica de la poesía moderna y que tanto influyó en Jorge Guillén, (nacido en Valladolid y licenciado en la Universidad de Granada).
Felicitación a:
Eva, (madre de todos los mortales), Guillermo, Orosia, Amando, Emiliano, Lucía, Diógenes y Salomón.
Hasta mañana, paz y bien.