24-octubre-2017, martes
Teoría de la felicidad, de Albert Einstein.
No, no es que el gran físico, hubiera hechos valiosas incursiones en el apasionante mundo de la Filosofía.
El referido, pequeño tratado para alcanzar la felicidad, lo conforman estas dos frases :
- Una vida sencilla y tranquila aporta más alegría que la búsqueda del éxito en un desasosiego constante.
- Donde hay un deseo, hay un camino.
Las dos frases, manuscritas, se las regaló, como propina al mensajero japonés, en el Hotel Imperial, de Tokio (1922), con las siguientes palabras:
“Quizá, si tienes suerte -le dijo el físico al mensajero - estas notas se transformarán en algo mucho más valioso que una propina normal y corriente”.
A los 95 años, este tratado de la felicidad, se subasta en Jerusalén.
Felicitación a:
Antonio María Claret, Genaro, Séptimo, Fortunato, Aretas, Poncia, Petronila, Valentín, Bernardo, Calvo y Martín.
ANTONIO, nombre romano, sin familia léxica, ni en latín ni en griego; por lo que hay que deducir que no se generó en la lengua latina, sino que es un préstamo exterior, quizá del etrusco.
¡Amigos para siempre!