27-diciembre-2017, miércoles



¿Alguna vez has oído los latidos de tu corazón?

 ¿Sí?, ¿no?

 ¡Con lo fácil que es oír los latidos de un corazón!, basta con acercar el oído al pecho de otra persona, (haya o no velos entrambos), para percibir el tac-tac, o el toc-toc, o el pum-pum, de esa íntima melodía, que embelesa con sus registros, infinitos de notas y ritmos en un fondo de ternura.

 La Naturaleza es sabia, increíble y para que nuestro cerebro no se vuelva loco con el constate toc-toc, de las válvulas cardíacas, (un corazón sano late unas cien mil veces al día), el cerebro envía una señal a nuestro sistema auditivo y bloquea dicho sonido, sin embargo, para más asombro el bloqueo no afecta a los sonidos externos, tan fundamentales en el placer o la petición de ayuda en la necesidad.

 Sí, a veces, es posible escuchar la armonía de nuestro corazón.

Felicidades a:
Fabiola, Juan Apóstol y Evangelista, Teodoro, Teófanes y Godofredo.

Hasta mañana, paz y bien.