Granada, Alonso Cano y el barroco.
Te habría gustado, la conferencia magistral, de María José García Larios, sobre; “Alonso Cano y la estética de la escuela granadina en el barroco”.
Con solvencia y señorío, ha paseado por la vida y obra del genial y universal granadino Alonso Cano, hilvanando los acontecimientos históricos que nuclean, en un contexto político y artístico del S. XVII. El Reino de Granada, tras la reconquista, es un volcán de fascinación oriental.
Fue enumerando los antecedentes, los albores de la Escuela granadina, con una exposición rigurosa de imágenes (pintura, escultura y arquitectura), desde:
Diego de Siloé, Juan María, Diego Aranda, Pablo de Rojas, Martínez Montañés, Hermanos García, etc., hasta llegar a Salido Cano, nuestro "Miguel Ángel granadino", (que hasta en el malhumor eran iguales...)
Emocionó al público, con la minuciosidad y profusión de detalles y fechas de la vida del artista, en Granada, Sevilla, Madrid y Granada, su relación con Pacheco, Velázquez, Conde Duque de Olivares, Felipe IV etc. etc.
Me satisfizo, sobremanera, la fuerza que, en la estética de la Escuela Granadina en el barroco, tienen el dorado la policromía y el estofado, disciplinas en la que obtuve la calificación de notable, en la Escuela de Arte de Granada.
Felicidades a:
Antonio abad, Julián, Rosalina, Leonila, Espeusipo, Eleusipo, Meneusipo y Sulpicio.
(ANTONIO, es un nombre romano, sin familia léxica, de latín o griego, quuzá sea un préstamo del etrusco.
Variantes: Tonio, Toño, Tonete, Tonino).
Refrán:
Hijo mío, "para la codicia lo mucho es poco, para la necesidad lo poco es mucho"
(enseñanzas de María Manuela, mi madre).
Hasta mañana, paz y bien.