Recuperar el tomate con sabor a campo.
El pequeño placer de recuperar el tomate con sabor a verdad de campo.
Esta mañana, pronto acudí al huerto, desbrocé una zona de ortigas mayores (de innumerables propiedades medicinales), jaramagos, cerrajas, (que es comestible y medicinal) y alguna malva.
Cavé hondo, moví la tierra e hice un surco recto en el que plante 30 tomateras de unos 20 cm de altura y separadas unos 40cm, (la mitad compradas, con certificado ecológico, la otra mitad autóctonas, de joya propia) y las he regalado individualmente.
He clavado las "cañas", (que sirven de totor, guía, madrina, agarradera o pie de amigo) para formar el pabellón de crianza.
En las próximas semanas, iré destallando los primeros chupones que nacen entre el tallo vertical central y las hojas horizontales, formando nuevas ramas en ángulo de 45 grados a fin de mejorar producción en el mínimo espacio.
Emociona ver las plantas crecer abriendo "sus brazos" para regalarte sus frutos cobijados bajo las hojas.
Las crecidas de la mata, se sujetan a la "caña", con una abrazadera de esparto.
Pasarán dos meses de mimo (escarda, riego, abonos) hasta concelebrar la primera cata de tomate. ¡Quedas invitado!, ¿acudirás?
Felicidades a:
Vicente Ferrer, Claudiano, Alberto, Zenón, Catalina Tomás, Juliana y Gerardo.
(VICENTE, del latín vinco-vincere=vencer).
Hasta mañana, paz y bien.