La Feria de Sevilla.
¡No hay en el mundo cosa igual! ¡como la Feria de Sevilla ‘ná de ná’!, y no exagero!
¡Ay! mi feria de Sevilla,
alma y esencia de cantares,
seduces con tus liturgias los continentes y
mares.
Yo quiero ir a tu Feria, y
contemplar la Giralda, rezar a la
Macarena y pasear por Triana.
Y antes de ir a Los Remedios, visitar
la Plaza España.
Y es que Sevilla, ¡es el mundo!, de la belleza y la gracia, de la pasión por arte y... del saber vivir con ganas.
¡Cómo no amarte, Sevilla! si cuando dices: "pasa pa entro mi arma" se me arrancan los suspiros y se acaban las palabras.
¿Nos vamos para Sevilla?
Felicidades a:
Aniceto, Elías, Isidoro, Pablo, Isidoro, Marciano, Fortunato, Inocencio y Pedro el diácono.
(ISIDORO, nombre que perdura en España a través de los siglos, y casi desconocido en otros países. Del griego "Isis doron" traducido como el "don de Isis", la diosa egipcia)
Hasta mañana, paz y bien.