4-mayo-2018, viernes

Cuando, un cuadro, nos deja ver el alma de su autor (y II).


 Así, es la pintura de María Blanchard, extraordinaria artista en el primer tercio del pasado siglo.

 Su pintura, representa uno de los casos más independientes y comprometidos con la noción pura de la modernidad.

 En los albores del SXX, rivaliza con Juan Gris en la redefinición del lenguaje cubista para, seguidamente, volver al equilibrio normativo de la percepción clásica del arte.

 María Blanchard vivió en Granada, con su madre y hermanas, varias temporadas, en el Carmen del Negro, (Cuesta del Chapíz, hoy en obras para albergar el Archivo Histórico de Granada), dónde pone de manifiesto su gusto por el cante y baile flamenco y por la zarzuela (La Tempranica, con la famosa tarántula).

 Escribirá en París: "Si vas a Granada, con 100 o 200 francos, dile al guía que te lleve al Sacromonte para ver una zambra gitana en las cuevas".

Felicidades a:
Paulino, Silvano, Venerio, Godoberto, Porfirio, Pelagia y Florián.
(PAULINO, del latín Paulinus, gentilicio de Paulo, o sea Pablo. Paulo de Tarso, el futuro san Pablo).

Detalle de la imagen: En "MUJER CON ABANICO", (detalle de una parte del cuadro que puedes ver completo aquí) óleo sobre lienzo, María Blanchard dispone diferentes planos acentuando perspectivas distintas envueltas en un cromatismo puro de vivas tonalidades. Museo Reina Sofía"

Hasta mañana, paz y bien.