Inmigración / emigración, un derecho humano.
Me enseñaron, conocí, vi y creí, que la inmigración / emigración es un derecho humano.
¿Qué, alma buena, pensar puede, que con escaso y discrecional presupuesto se va a solucionar problema tan acuciante, profundo y doloroso?
Triste y pavoroso espectáculo el de "pacíficas naumaquias" movidas por un oscuro río de intereses y de engaños.
Política de inmigración la llama ahora el nuevo gobierno, a la de discriminar por puertos de atraque, o dando a entender que esa expresión, acalla el hambre, hace llover en el Sagel o se esfuman los "guetos de injusta obediencia".
No, no puede haber ley divina ni humana ni precepto ni razón que conde a morir de hambre a unos para que otros vivamos mejor.
O, ¿es una burda entelequia esto de la globalización?
Señoras, señores, yo creo que es cuestión de derechos y no de lastimosa compasión.
Felicidades a:
Rubén, Juan María, Baldomero, Justino, Eleuterio, Reinaldo, Elena y Perpetua, Aristarco y Violeta.
(RUBEN, nombre hebreo, hijo de Jacob y Lea; significa "Ved, es un hijo")
Hasta mañana, paz y bien.