Nadal no engaña.
Consideramos, con frecuencia, que el éxito económico, orla como estupenda o excepcional a una persona por el estatus social y poderío... que conlleva, sin embargo, la persona verdaderamente EXTRAORDINARIA Y AUTÉNTICA, es la que luce sus valencias humanas internamente, sin llamar la atención, en silencio.
Rafa Nadal es ese perfil, esa criatura extraordinaria, que reboza modestia, sencillez y llaneza, en el sentir solidario de la decencia que le ha llevado a ser uno más en la tragedia.
Yo, dudo mucho, que haya sido de su agrado las fotos y propaganda que se han publicado.
Felicidades a:
Pilar, Domnina, Florencio, Walfrido, Salvino, Eustaquio y Serafín.
Hasta mañana, paz y bien.