18-marzo-2019, lunes



Efecto Esopo.

 Dejó el fabulista de la antigua Grecia tan abundosa relación de enseñanzas o moralejas en sus fábulas, que difícil fuera no hallar camino para cualquier contingencia en nuestras vidas.

 Y así como acudimos a la frase "¡Que viene el lobo!" para advertir al interesado de peligro inminente, acudimos a la fábula "del murciélago y la comadreja" cuando se trata de argüir sobre la flexibilidad de adaptarse, con prontitud, sin titubeo, a cualquier circunstancia sobrevenida.

 Por cierto, el murciélago salvó, con "adaptada astucia", dos veces el pellejo.

Felicitación a:
Anselmo, Eduardo, Frigidiano, Leobardo, Salvador y Marta.

Hasta mañana, paz y bien.