Noche estival



Entre juncos y zarzas, / desde las frescas aguas del Marchán, / lanza su verde voz / el coro monocorde de las ranas.

Noche estival

En un cielo de estrellas casi ausentes
luce ufana la luna
su bata de azahar.
Pasea majestuosa su corona,
regalo de las nubes,
en la noche estival.

Entre juncos y zarzas,
desde las frescas aguas del Marchán,
lanza su verde voz
el coro monocorde de las ranas.
Y, en las más altas copas
de los esbeltos álamos del río,
el minúsculo ejército
de hambrientos gorriones
esperan impacientes la mañana.

Brillan en la distancia
los blancos rastrojales
de los trigos segados.
El tímido tañer de una cencerra,
con voz entrecortada,
nos advierte que allí pasta el ganado.

Ya el canto mañanero de los gallos,
amigos de la aurora,
anuncia con ardor el nuevo día.
La silueta de un carro
abandona las últimas callejas,
mientras un manijero
va reuniendo en la plaza su cuadrilla.

Son las plácidas noches de mi pueblo;
pequeño, diligente,
amante de la vida.
Son los amaneceres bulliciosos
de mi tierra del sur,
de Andalucía.

Santa Cruz, febrero 2021
Luis Hinojosa D.