Bertold Brecht llamaba imprescindibles a los hombres que luchan toda la vida, yo los llamo hombres coyote en homenaje a ese personaje de dibujos animados con el que crecimos los niños de mi generación, que se dejaba cada día la vida en el intento de alcanzar al repelente Correcaminos.
El Coyote y sus artefactos marca Acme simbolizan magníficamente a la persona que se propone una meta y lucha para conseguirla aun a sabiendas de que no se alcanzará nunca, o que alcanzarla es misión, casi imposible. Pero hay que intentarlo.
Afortunadamente en Alhama no faltan coyotes, gentes capaces de trabajar, por conseguir sus metas, de poner su empeño día a día para que el mundo sea un lugar un poco mejor. Para ello no es necesario un heroísmo especial, ni llevar a cabo grandes tareas. Una calle bien barrida, limpia y pulcra, hacen el mundo un poco mejor; unos jardines bien cuidados que hermosean el paisaje urbano o que te den ese papel que te hace falta a ser posible en el mismo día. La lista es interminable. Y son los que, sin proponérselo siquiera , expulsan el mal aire que dejan a su alrededor los que sin hacer nada constructivo se dedican a criticar todo lo criticable, a incidir en lo que está mal sin ver nunca lo positivo de lo que los rodea. Que también los hay.
Luego están los que de forma desinteresada contribuyen con su trabajo, en la medida de sus posibilidades, al bienestar de todos nosotros. La gente que organiza las fiestas locales, por ejemplo voluntario en su mayoría, los miembros de Protección Civil, que están ahí cuando hacen falta, los voluntarios de El Quejigo, o lo de Manos Unidas y seguro que omito a bastante gente a la que de antemano pido disculpas por mi falta de memoria.
A toda ese gente que ,bien con el desempeño de su trabajo remunerado, bien con el trabajo voluntario, o incluso a la que compatibiliza ambos medios de hacer el mundo un poco mejor dedico este blues del Coyote en el deseo de que algún día el pajarraco caiga, y si no, seguid intentándolo.
Luego están los que de forma desinteresada contribuyen con su trabajo, en la medida de sus posibilidades, al bienestar de todos nosotros. La gente que organiza las fiestas locales, por ejemplo voluntario en su mayoría, los miembros de Protección Civil, que están ahí cuando hacen falta, los voluntarios de El Quejigo, o lo de Manos Unidas y seguro que omito a bastante gente a la que de antemano pido disculpas por mi falta de memoria.
A toda ese gente que ,bien con el desempeño de su trabajo remunerado, bien con el trabajo voluntario, o incluso a la que compatibiliza ambos medios de hacer el mundo un poco mejor dedico este blues del Coyote en el deseo de que algún día el pajarraco caiga, y si no, seguid intentándolo.