Vivimos en el mejor de los mundos posibles y nuestros esforzados gobernantes no regatean esfuerzos, desvelos y afanes para conducirnos a cotas aún más altas de felicidad.
Y además, saben lo que hacen, tal como nuestro bien amado presidente, a quien Dios conceda larga vida, Mariano Rajoy ha tenido a bien recordarnos :“Soy consciente de que esto puede frustrar, pero el gobierno sabe lo que hace”. Emociona saber que, incluso sobrecargado por las graves tareas de gobierno, nuestro querido presidente aún sospeche siquiera que algo de su labor pueda frustrarnos. Aleje usted, señor presidente, todo temor en ese sentido. Los españoles sabemos que los esfuerzos y ligeras incomodidades pasajeras que su magna labor puedan ocasionarnos, redundarán en nuestro provecho en fechas tan cercanas como 2019, ¿ qué son seis años?, y por tanto, esperaremos, no ya con la paciencia que nos ha pedido, señor presidente, sino con autentico entusiasmo a que las políticas acertadísimas que usted y su gabinete de mentes preclaras han diseñado den sus frutos para que alcancemos cotas de bienestar, prosperidad, y felicidad difícilmente imaginables en los aciagos tiempos en los que las políticas desastrosas del antiguo gobierno sumieron al país en una situación sobradamente conocida. Esa triste herencia recibida causa de todos nuestros males. Pero el trabajo del gabinete y las fervorosas oraciones de algunos de sus miembros ya se está viendo, como ustedes mismos nos recuerdan; ya empezamos a vislumbrar el nuevo horizonte de esperanza.
No escatiman esfuerzos quienes se afanan, noche y día, por procurar que España alcance cotas de progreso que asombren a nuestros vecinos. Y a cambio de ese denodado esfuerzo, de esa entrega total y absoluta al bien común, nuestros gobernantes aspiran solo a un modesto sueldo, y unos, no menos modestos sobresueldos; que es cosa sabida que nuestro presidente no está en política para ganar dinero, sino impulsado por la vocación de servicio público.
Otorguemos con entusiasmo nuestra confianza a este gabinete inmejorable, que, dirigido con mano firme por el señor presidente don Mariano Rajoy, gobierna el timón de la nave patria hacia las tranquilas aguas de la prosperidad. Españoles, podemos estar tranquilos y serenos, confiados en el buen hacer de gente capaz que sabe lo que hace y hacia donde nos conduce; gente que incluso es capaz de entender que exista quienes se sienten frustrados con políticas que no a todos parecen resultar adecuadas. Podría parecer que para algunos están políticas son más beneficiosas que para otros, pero, nuestro gobierno sabe lo que hace. Acallen sus voces estridentes quienes critican sin fundamento a nuestro presidente, él sabe que le asiste la razón, la confianza del pueblo otorgada en las urnas y Dios.
Podemos estar tranquilos; en la Moncloa no se apagan las luces del despacho de nuestro presidente; mientras él vela por nuestro futuro, podemos nosotros desentendernos por completo de todo, descansar sabiendo que mentes sabías tienen nuestro porvenir en sus manos. Con esta tranquilidad y sosiego del que se sabe bien gobernado, podemos dejarlo todo en manos de quienes nos gobiernan y dedicarnos a disfrutar de las bendiciones que con mano pródiga nuestros gobernantes derraman sobre nosotros. Estamos a un paso de la edad de oro de la España del siglo XXI, apenas seis años, y todo cuanto se nos pide es confianza y paciencia. ¿Cómo negar algo tan simple?.
No escatiman esfuerzos quienes se afanan, noche y día, por procurar que España alcance cotas de progreso que asombren a nuestros vecinos. Y a cambio de ese denodado esfuerzo, de esa entrega total y absoluta al bien común, nuestros gobernantes aspiran solo a un modesto sueldo, y unos, no menos modestos sobresueldos; que es cosa sabida que nuestro presidente no está en política para ganar dinero, sino impulsado por la vocación de servicio público.
Otorguemos con entusiasmo nuestra confianza a este gabinete inmejorable, que, dirigido con mano firme por el señor presidente don Mariano Rajoy, gobierna el timón de la nave patria hacia las tranquilas aguas de la prosperidad. Españoles, podemos estar tranquilos y serenos, confiados en el buen hacer de gente capaz que sabe lo que hace y hacia donde nos conduce; gente que incluso es capaz de entender que exista quienes se sienten frustrados con políticas que no a todos parecen resultar adecuadas. Podría parecer que para algunos están políticas son más beneficiosas que para otros, pero, nuestro gobierno sabe lo que hace. Acallen sus voces estridentes quienes critican sin fundamento a nuestro presidente, él sabe que le asiste la razón, la confianza del pueblo otorgada en las urnas y Dios.
Podemos estar tranquilos; en la Moncloa no se apagan las luces del despacho de nuestro presidente; mientras él vela por nuestro futuro, podemos nosotros desentendernos por completo de todo, descansar sabiendo que mentes sabías tienen nuestro porvenir en sus manos. Con esta tranquilidad y sosiego del que se sabe bien gobernado, podemos dejarlo todo en manos de quienes nos gobiernan y dedicarnos a disfrutar de las bendiciones que con mano pródiga nuestros gobernantes derraman sobre nosotros. Estamos a un paso de la edad de oro de la España del siglo XXI, apenas seis años, y todo cuanto se nos pide es confianza y paciencia. ¿Cómo negar algo tan simple?.