Salmones contra percebes



 Entre las cosas indispensables que debe contener el botiquín de primeros auxilios contra el poder, contra todo poder, están, además de la duda metódica, y la ironía; la información contrastada, comprobable y veraz.



 Y todavía hay medios de comunicación en los que es posible acceder a fuentes de información que reúnan esas características deseables, y los hay gracias al trabajo de gente como la periodista a la que hoy dedico mi mirada, Rosa María Artal, que, con su libro “Salmones contra percebes”, realiza una lúcido examen sobre la realidad en la que nos desenvolvemos cotidianamente; es decir, es un libro que habla sobe la crisis económica, sobre los recortes, la corrupción y de cómo se afronta esta realidad desde partidos e instituciones. Y especialmente como la encaramos nosotros, la ciudadanía que la sufre.

 Este libro, ofrece información contrastada y comprobable desde las mismas fuentes que cita la autora y, naturalmente, no ofrece ninguna fórmula ni receta para salir de la crisis, distinta de la del esfuerzo personal de cada uno para cambiar la realidad, para cambiar las políticas que nos imponen y para afrontar la vida desde la perspectiva del salmón, que es la de nadar contra corriente, río arriba. Distinta es la del percebe que se adhiere a la roca y desde allí se dedica a intentar resistir, pero sin luchar. Dos actitudes distintas ante la vida.

 Rosa María Artal propone una revisión inteligente, irónica y, ¿por qué no?, incluso divertida sobre las distintas especies marinas que pueblan las cada vez más turbias aguas de la política nacional. Disecciona los problemas que todos sufrimos, cuenta sus causas, las verdaderas no las que se nos intentan vender desde los despachos oficiales, y como solución ofrece, no una receta milagrosa, sino la voluntad decidida de todos y cada uno de nosotros de no estarnos quietos, de ofrecer resistencia, de movernos, da nadar contra corriente como única forma de intentar cambios políticos y sociales. De nosotros depende.

 Salmones contra percebes me ha hecho reflexionar sobre estas cuestiones; que no son sustancialmente distintas de las que ocupan mis miradas, pero me ha hecho hacerlo desde otra forma de ver las cosas y, sobre todo, me ha hecho ver que el comportamiento personal de cada uno en estas cuestiones no es algo únicamente propio; antes bien, influye en la vida de los demás. Mi silencio y mi actitud sumisa ante las injusticias afectan a los demás, no únicamente a mí. Por el contrario, si decido nadar contra corriente, mi esfuerzo puede resultar útil a otros.

 Naturalmente, no voy a desvelar nada más del libro, porque creo que lo interesante en este caso no es lo que yo piense, lo importante es lo que cada uno piense y decida después de haberlo leído. Y creo que vale la pena hacerlo. Pocas veces recomiendo algo, tampoco suelo dar consejos, me limito a dar mi opinión ante lo que veo; pero en el caso de este libro creo que vale la pena recomendarlo.