Bonilla “El Pecas” vive en Santa Cruz, Santa Cruz del Comercio, un pequeño pueblo granadino de empinadas calles y humildes casas, que apenas alcanza el millar de habitantes.
Bonilla tiene diez años: nació en 1947. Su nombre completo es Gerardo García Bonilla. El origen de su apodo, lo podéis imaginar.
Bonilla vive con su padre, su madre, su abuela Juana y un hermano de cuatro años, Antonio Manuel, al que todos llaman Antoñillo.
El padre de Bonilla trabaja en el campo, como casi todos los hombres de Santa Cruz. Bueno, casi todos los hombres, casi todas las mujeres…. y casi todos los niños.
¿Os ha sorprendido lo de los niños? Me lo temía; pero vamos a aclararlo. La verdad es que estos lo que habitualmente hacen es ir a la escuela: desde los seis años hasta los doce. Desde los seis, porque clases de Educación Infantil (los parvulillos) aún no existen en Santa Cruz. Y hasta los doce, porque, a esta edad, terminada la escolaridad obligatoria, pocos son los que tienen oportunidad de continuar estudios. Y es que no hay ningún Instituto por aquí cerca y, para hacer el Bachillerato, hay que irse interno a algún colegio de Granada. Y, ¿quién puede costear eso?
Pero, si bien es verdad, como decíamos, que lo que habitualmente hacen es ir a la escuela, también es verdad que las condiciones de vida, en general, son duras. Y, en ocasiones, la colaboración de los niños se hace indispensable. Por eso Bonilla, como tantos otros, a veces cambia durante unos días su Enciclopedia, su libreta y su pizarra por garbanzos o lentejas que ha de sembrar. Y, en vez de su cartera de cartón, cargará con la capacha de pleita con la merienda y, según la ocasión, con el cebero para pintar o la espuerta para la aceituna.
Bonilla se siente importante cuando, junto a su padre, realiza estas tareas. Y más aún cuando puede llevar a casa algún dinero que ha ganado trabajando con algún otro labrador. Este año apenas ha ido a la escuela durante el mes de marzo: sólo la semana que estuvo lloviendo. Pero entre su padre y él han sembrado de garbanzos siete fanegas de tierra. Y, además, pudo ganar quince peones, que, a seis duros, han sido para la casa una ayudilla muy buena.
Pero a Bonilla no le gusta faltar a clase. Y, aunque no lo digan, tampoco a su padre y a su madre les gusta que tenga que hacerlo. Quieren que sus hijos aprendan mucho, que tengan una buena formación, tal vez una carrera. También Bonilla sueña a veces: se ve de maestro, como D. Manuel, en una escuela con muchos niños; de médico, como D. Francisco…
Y entre sueños y realidades transcurre la vida de Bonilla “El Pecas”. Asiste a clase mañana y tarde; colabora a veces en las faenas agrícolas; se siente feliz y seguro entre los suyos; y juega mucho, mucho; juega siempre con otros y, por lo general, en la calle. Porque la calle aún es segura; y porque los ordenadores, las consolas y los videojuegos tendrán que esperar aún bastantes años para apartar a los niños de Santa Cruz de los juegos callejeros.
Vocabulario
Capacha: Recipiente de pleita con tapa para llevar la merienda al campo
Cebero: Recipiente de pleita con asa, en el que se echa el grano para el pienso de las bestias o las semillas que se han de pintar
Duro; Cinco pesetas
Espuerta: Especie de cesta grande con dos asas, utilizada para transportar paja, granzas, etc. Solía ser de pleita. Para la aceituna se utilizaba la esportilla terrera
Fanega: 1.-Medida de superficie equivalente a 6115 metros cuadrados. 2.-Medida de capacidad (grano) equivalente a 55’5 l. Ambas medidas son variables, según regiones, incluso en diversas localidades de una misma provincia.
Merienda: Comida que se lleva al campo para todo el día.
Peón: 1.-Salario correspondiente a un día de trabajo. 2.-Persona que trabaja para otra.
Pintar: (en agricultura) Sembrar a golpes
Pleita: Trenzado de esparto con varios ramales.