¿El por qué un monumento de Alhama a Isabel la Católica?



Este viernes, 22 de octubre de 2021 a las seis y media de la tarde, donde confluye Portillo Naveros con la Carrera de Francisco de Toledo, prácticamente en la cercanía de lo que fue una de las grandes puertas de la ciudad musulmana, la denominada de “Málaga”, será inaugurado el Monumento que la Muy Noble y Leal Ciudad de Alhama le dedica a Isabel I de Castilla, I de España y la conocida por La Católica, que han hecho posible conjuntamente el Patronato de Estudios Alhameños, el monumento propiamente dicho lo realmente bastante más costoso, y el Ayuntamiento, todo lo demás, peana, reja , preparación del lugar, etc.




 Ya sé que si sobre algo he escrito a lo largo de mi vida es en relación a Alhama, varias de decenas de libros publicados, más de trescientas monografías que han visto la luz y cientos y cientos de artículos, conferencias y charlas, todo sobre los más variados aspectos de nuestro pueblo y comarca. El tema más tratado, indudablemente, ha sido la relación histórica entre Isabel la Católica y nuestra Alhama.

Por ello, ante la inminencia del monumento soñado e ilusionado durante tanto tiempo, creo que esta sección de nuestra “Alhama Comunicación”, debe ir dirigida a dar respuesta a algunos del ¿Por qué de un monumento de Alhama a la citada reina?
 No, no fue perfecta, como no lo es ningún ser humano. Tuvo errores, que contemplados a la luz del presente, nos resultan difíciles de justificar o, simplemente, no tienen justificación. Como la Inquisición, la expulsión de los judíos, la pragmática que firmó contra los gitanos, etc. Pero es mucho más, bastante más, lo positivo y la relevancia nacional y universal de esta reina que no puede anularse su reconocimiento y gratitud por parte, en este caso concreto, de la Alhama, la del reino de Granada, a la que tanto distinguió e hizo por ella. Sin lugar a dudas el personaje que más ha hecho por nuestra ciudad a lo largo de toda su fructífera Historia.

Santa María de la Encarnación manda construir por especial y concreto deseo de Isabel la Católica, conseguida con el Patronazgo Real con la Santa Sede


 Veamos. Volvemos a exponer nuevamente contando con fundamentación histórica y documental, una vez más. Puede afirmarse que hace más de medio siglo que hemos venido hablando de lo justo que sería que Alhama dedicara un monumento a Isabel I de Castilla y de España, Isabel la Católica. Esta vieja y mantenida propuesta se planteaba y se plantea como un reconocimiento a una relevante figura de la Historia Nacional y de la Universal, por cuanto hizo en favor de esta ciudad-fortaleza en el momento histórico de su integración en la corona de Castilla y años posteriores y , lógicamente, con el sentido de que se lleva a cabo siglos después y la mentalidad a tener presente no puede ser la de aplicar y calcar, como afirmamos, toda una vida de los siglos XV Y XVI a la luz de los conceptos avanzados de los siglos XX, finales, y XXI, principios.

 Reitero -y mira que soy constante y pesado- que habiendo transcurrido más de cincuenta años, amplia y reiteradamente, hemos venido exponiendo -libros, monografías, artículos, conferencias, intervenciones en numerosos seminarios y jornadas, etc.-, sin decaimiento y con regularidad, especialmente desde el Patronato de Estudios Alhameños, que Isabel la Católica distinguió a Alhama de una manera singular, con decisiones, hechos y gestos de indiscutible transcendencia para la ciudad y, en alguna ocasión, para la misma Historia de España.

 Hubo de ser, como afirma Vidal González, en la madrugada del 10 de marzo de 1482 cuando recibe, en Medina del Campo, la noticia de la toma de Alhama, ordenando al instante, junto con su esposo, el rey Fernando de Aragón, la conservación de la ciudad-fortaleza para la corona de Castilla y, con ello, llegaba definitivamente la hora de la guerra para la conquista del reino de Granada, la que da por iniciada. E inmediatamente, horas después, al día siguiente, parte para acá el mismo rey Fernando y poco después lo haría ella, que no lo hace inmediatamente por encontrarse embarazada, pero sí, no mucho después, llega a Córdoba para participar decididamente en las disposiciones para la conservación y abastecimiento de Alhama.

 Torre de la iglesia de Santa María de la Encarnación, símbolo y guía de la Ciudad de Alhama a lo largo de estos últimos cinco siglos


 Su decisión y propósito de hacerse con el reino nazarí, es tan firme, que en todo momento está al día e informada sobre la marcha de la conservación, defensa y abastecimiento de la ciudad-fortaleza alhameña y toma decisiones sobre el socorro y ayuda a Alhama. Serán constantes los gestos y entregas en favor de este propósito que lo convierte en aquellos momentos en el más importante para la Corona.

 Vayamos recordando variadas disposiciones y decisiones que ponen de relieve lo que ya es generalmente conocido por la mayoría de los lectores de “Alhama Comunicación”. Por ejemplo, se ha dicho y extendido que empeño sus joyas para el proyecto de Colón. Pues no, lo fue en concreto para la conservación de la ciudad de Alhama, para la ayuda y abastecimiento de ésta. Ya antes, recién conquista, cuando llega el rey Fernando por vez primera junto con el gran cardenal de España, Pedro González de Mendoza, a finales de abril de 1482, manda la fundación de tres iglesias, con las correspondientes dotaciones de cruces, vasos y ornamentos remitidos por ella misma, llegando a afirmarse que bordó con sus mismas manos alguna casulla para la iglesia de Santa María de la Encarnación, su advocación de la Virgen más querida.

 Hace que el Papa Sixto IV otorgue la consideración de cruzada a la guerra de Granada tras la toma de Alhama y en 1483 impone a Boabdil, en el tratado que llevan a cabo para su liberación tras la derrota de Lucena, el reconocimiento de los antiguos términos de Alhama, para seguridad de sus moradores, los que tendrían la facultad de transitar por los caminos que antes lo hacían los musulmanes alhameños, además otorga a Alhama carta de privilegio, fuero. Dispone la creación del primer Hospital de Sangre, en esta guerra, por lo que son conocidos a partir de aquí por las tropas, como Hospitales de la Reina, los que vinieron a suponer el inicio de la Sanidad Militar en España por vez primera en todo el mundo.

 Torre de la iglesia de Santa María de la Encarnación, símbolo y guía de la Ciudad de Alhama a lo largo de estos últimos cinco siglos


 Quien había sido tan insigne alcaide y capitán general de Alhama, Iñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, en 1485, cumpliendo la misión encomendada por la mismísima reina, que le nombra embajador especial ante el Pontífice en Roma, negocia y acuerda con Inocencio VIII el denominado Patronazgo Real por el que, entre sus primeras decisiones, está la construcción de la iglesia de Santa María de la Encarnación, el monumento más importante de nuestra Alhama que la simboliza y representa a lo largo de estos últimos cinco siglos largos. Nada más que por esto merecería todo nuestro respeto y gratitud en un monumento realizado según nuestras posibilidades y tras más de diez años ahorrando para ello.

 El rey derrotado Boabdil, cuando va a rendir Granada, pretende y pide como lugar para su retiro en el mismo reino la ciudad de Alhama, a lo que ella, por el afecto hacia ésta y esencial significado en esa misma contienda no le hace ni el más mínimo caso.

 Le concedió al consejo de Alhama propiedades, como el mismo Balneario, convirtiéndolo en gratuito para los vecinos de la población, el que en el siglo XIX vendió el Ayuntamiento a un particular. Incluyó a nuestra ciudad entre las que constituirían la Hacienda del príncipe de Asturias, su amado y malogrado hijo don Juan, como un honor más para nuestra ciudad, etc.

 Y como nos expone el mismo Fernando de Vergara, ilustre alhameño y rector de la Universidad de Granada en el siglo XVII, a todo esto hay que añadir los privilegios que aún gozaba Alhama, por decisión de Isabel como reina de Castilla, en el sentido de que los vecinos de esta ciudad estaban libres de todas las imposiciones mediante estas palabras: “Por otra parte, sí mandamos que los vecinos de la dicha ciudad -Alhama- que viven y moran en ella, y vinieran y moraran de aquí en adelante para siempre jamás, que no den ni paguen diezmo ni portazgo, ni veintena, ni cuarentena, ni alcabala, ni algún otro derecho de entradas, ni de salidas, por las cosas que llevaren y vendieren, por mar o por tierra en lugar alguno de nuestros Reinos, ni en los lugares que estén bajo nuestro señorío”.

Interior de la iglesia de Santa María de la Encarnación, la única de estilo gótico, junto con la Capilla Real, donde yace Isabel la Católica, en todo lo que fue el reino de Granada


 Únicamente por alguno de los hechos indicados siempre fue merecedora Isabel la Católica de haber tenido ya, desde hace siglos, un reconocimiento especial y permanente en nuestro pueblo. Y ello sin acudir a que estamos hablando de una reina española excepcional, alguien ha llegado a calificarla como la mujer más relevante de la Historia Universal y la que más en España, sin lugar a dudas, esto no lo discutirá nadie, una de las figuras más importantes de toda la Historia de España. El gran historiador Luis Suárez, quien ya adelantó a principios del siglo que vivimos lo que iba a pasar con nuestra historia y devenir grave de España en algunas de sus regiones, dejó bien claro que: “Tener prejuicios contra Isabel la Católica es ignorancia”, como han afirmado muchos historiadores más -tanto nacionales como extranjeros- contra los que, en general haciéndole el juego a la “Leyenda negra”, contemplan algún hecho o decisión manipulándolo y no exponiéndolo en la medida de la realidad mental del siglo XIV, así como a las circunstancias e imposiciones que se mantenían o daban en aquellos tiempos.

 Tampoco podemos olvidar que gracias a ella Alhama fue la primera población en la que vino a concebirse lo que se describía como el nuevo organigrama del Estado que ponen en marcha los Reyes Católicos, encuadrándose en ello, entre otras varias e importantes actuaciones, la construcción indicada de nuestra iglesia mayor y la transformación de la ciudad en variados sentidos, igualmente otorga escudo de armas a la ciudad con los títulos de Muy Noble y Leal, dándole los Reyes Católicos la consideración y tratamiento de Ciudad, etc.

Hospital de la Reina, que sucedería al mandado levantar de sangre por la misma Isabel I de Castilla y España, denominándose por las tropas como Hospitales de la Reina


 Por todo ello, porque jamás nadie, a los niveles históricos que hablamos, se interesó y preocupó tanto y tan favorecedoramente por Alhama, Isabel I de Castilla y España, Isabel la Católica, es merecedora del público, claro y permanente reconocimiento histórico de los alhameños., como por tantas razones debiera ser de los españoles, aunque insistimos que se dieron también sombras, pero que en modo alguno merman su grandeza y proyección en toda la Historia de España.

 Alhama, en la medida que nos ha sido posible, ya es una realidad este cumplimiento de deuda histórica, saldándose el próximo viernes. Todo ello con el sentimiento común de las personas agradecidas y justas ante la Historia, por encima de ideas, posturas o intereses políticos o de cualquier otra índole. Respetando cualquier criterio que no comparta lo expuesto o tenga sus razones para entender que no se hace justicia, vivimos en una democracia y, sobre todo, en una sociedad civilizada y todos, absolutamente todos, debemos respetarnos y tratar nuestras diferencias o posturas mediante el diálogo sereno y transparente.

Isabel I de Castilla y I de España, cuadro con la Y griega que usaba y cuyas banderas en el desembarcó de Colón en el nuevo mundo la llevaban. Publicación conmemorativa de la inauguración del monumento a Isabel la Católica que será distribuida domiciliariamente en Alhama, y su lugar de ubicación.