En el transcurrir de los siglos, desde el mismo Paleolítico, las Tierras de Alhama, por su situación geográfica y características naturales, después también históricas, han sido lugar de paso, primero, y de asentamiento, después, de toda clase de culturas y civilizaciones, proyectándose, de muy distintas formas, según cada tiempo, momento y circunstancia.
Lo que hoy ofrecemos es una síntesis, lógicamente, pero creo que con ella nos hacemos una adecuada idea de lo visitada que ha sido Alhama y toda su Comarca a lo largo de los siglos. Tenemos ya referencias escritas sobre esta cuestión de autores romanos, pero son los escritores viajeros árabes los que nos dan precisos datos sobre nuestra ciudad y tierra.
IBN BATTUTA, ABD AL-BASIT, AL-MALATÍ
Así, en el siglo XIV, las crónicas musulmanas nos hablan de la Alhama que el tangerino Ibn Battuta, conocido por antonomasia como “El Viajero”, visita en el año 1349, cuando pasa por Alhama y pernocta en ella tanto camino hacia Granada como al regreso de ésta hacia Málaga, y toma nota de su “mezquita muy bien situada”, dándonos, al menos hasta el momento, la referencia más antigua que sobre los baños ha llegado hasta nuestros días: “...posee una fuente de agua caliente a la orilla de un río, y a la distancia de cerca de una milla de la población. Se ve allí una casa para los baños de los hombres y otra para los de las mujeres”.
En el siglo siguiente, el egipcio Abd Al-Basit, el que llega en el invierno de 1465, resalta las bellezas de Alhama, “uno de los parajes más bellos y amenos”, con especial referencia a sus baños, indicando que pasa la noche en la población alhameña, la que estaba fortificada. Hacia ese mismo año llega el también viajero egipcio Al-Malatí, quien hace una detallada descripción del edificio de los baños, así como de las instalaciones que allí existían para comodidad de “los agüistas”.
POPIELOVO, MÜNZER, NAVAGERO
Igualmente, en el siglo XV, ya en sus postrimerías, la visita el silesiano Nicolás de Popielovo y, poco después el alemán Jerónimo Münzer, doctor en Medicina, quien, en palabras de Farinelli, efectuó la más importante relación de viajes por España de toda la Edad Media, quien pernocta en nuestra ciudad el 27 de octubre de 1494, escribiendo sobre la misma: “...llegamos al fuerte castillo de Alhama, situado en lo alto de un cerro. No lejos de éste hay unas termas de agua purísima y bastante caliente...El rey de Granada mandó hacer allí un baño muy suntuoso, con piso de mármol, tres soberbios arcos y lucernas en la parte superior”, y antes de partir hacia su país, ante los Reyes Católicos, elogia y destaca a Alhama.
Ya en 1526, llega y escribe sobre ella Andrés Navagero, gran personaje, literato y hábil político, embajador de la República de Venecia, quien visita Andalucía junto a la corte española con ocasión de la boda de Carlos V con Isabel de Portugal, en marzo de aquel año y en Sevilla, quien escribe: “A cinco leguas de Granada hay un lugar llamado Alhama, donde hay hermosos y saludables baños.”
HOEFNAGEL, WYNGAERDE, BORGUESE, BERTAUT
En el siglo XVI se efectúan los dos testimonios gráficos más importantes de toda la Historia de Alhama, el de Joris Hoefnagel, en 1564, y el de Antón van den Wyngaerde, en 1567. El primero alcanzando en esa misma centuria una extraordinaria difusión por toda Europa, con amplio texto sobre Alhama, en especial sobre los baños, de Georgius Braum, al publicarse en la singular obra “Civitates Orbis Terrarum”, y el segundo la mejor representación topográfica de Alhama durante siglos.
Finalizando este siglo llega a España el italiano Camilo Borguese, nuncio especial de Clemente VII, quien, viajando entre Granada y Málaga, escribió: “De Málaga sacar comida para dos días y el primero ir a Vélez-Málaga, el segundo a Alhama y el tercero a Granada”.
En el siglo XVII, concretamente en 1659, visita Alhama François Bertaut, noble francés que vino a España a pedir la mano de María Teresa de Austria para Luis XIV, haciendo mención, en su libro “Diario del viaje de España hecho el año 1659 en la ocasión del tratado de paz”, a varios aspectos de nuestra ciudad, “...situada sobre una grupa de roca”.
PEYRÓN, TOWSEND, SIGLO XIX
En 1772 visita el reino de Granada Juan Francisco Peyrón, escritor y diplomático provenzal, quien destaca a Alhama, en la obra que publica diez años después, como una de las ciudades importantes del Reino de Granada.
Un lustro después de esa publicación, pernocta en Alhama el inglés José Towsend, quien, describiendo también la situación de la ciudad y su entorno, afirma: “Alhama es abundante por su situación, estando casi rodeada por un precipicio, en el fondo del cual se descubre un río, a menos de doscientos pies por bajo de uno. Nada más hermoso de ver y de oír que las numerosas cascadas que forman ese río, que toma las formas más variadas, espumeando, entre las rocas. Y después de haber desplegado su furia, corre tan tranquilamente que su marcha parece imperceptible”.
Al referirnos a los viajeros extranjeros escritores en el siglo XIX, hemos de recordar con el profesor Marchena Gómez que de los conocidos repertorios de libros de viajes de Foulché-Delbosc y Farinelli es posible extraer el porcentaje del 74% de obras recogidas en España en ese siglo en relación al total de las recopiladas. De esta cifra que supone en términos absolutos una media superior a las seiscientas publicaciones para esa centuria a la que hacemos referencia, aproximadamente más de la mitad de estos libros de viaje, al menos, tiene relación en alguna medida con territorios de Andalucía, y muchas, bastante de ellas, hablan o hacen referencia a Alhama.
BYRON, SEMPLE, CARR, JACOB
Debemos recordar que la ruta más transitada en Andalucía, en el tiempo de los viajeros románticos, era la de Granada-Alhama-Málaga-Ronda-Sevilla ó Gibraltar. Siendo así muy visitada ó citada nuestra ciudad por estos escritores viajeros del siglo XIX y, en especial, de su primera mitad. Por lo que, para esta síntesis, con la finalidad que se escribe, resumimos al máximo los datos que al respecto poseemos, relacionando tan sólo a unos pocos viajeros y haciéndolo hasta mediados de dicho siglo, por ser referencias históricas, en este sentido, más interesantes.
Ha de destacarse, muy especialmente y ante todo, a Lord Byron, el universal poeta inglés, que visitó Andalucía en 1809 y quien no sólo escribió algunas referencias sobre Alhama, sino que tradujo el “¡Ay de mi Alhama!” para todo el mundo anglosajón y, paralelamente a ello, para la Literatura Universal, suponiendo esto una de la mayores proyecciones que de Alhama, a lo largo de toda la Historia, se han efectuado.
En las vísperas de la primavera de 1809, visita Alhama el norteamericano y aventurero Robert Semple, que fue director general de la Hudson´s Bay Company, quien dejó escrita su visión particular de esta ciudad, la que en variados aspectos es interesante para acercarnos a la Alhama de principios del XIX.
También en aquél mismo año llega Sir John Carr, “...visitamos el pueblo, que es muy antiguo y se encuentra románticamente situado en la parte escarpada de una profunda y espantosa rambla o canal de un torrente. También hay un bello y esbelto acueducto, a través del cual el pueblo se abastece de excelente agua, y algunas ruinas árabes”.
Un año después llega William Jacob, inglés viajero y escritor, comerciante y político, que efectúa importantes observaciones: “...el paisaje que nos rodeaba nos recordaba Inglaterra por el verdor de sus campos y el gran número de encinas y alcornoques”, se refiere al camino de Ventas de Zafarraya a Alhama.
SCOTT, FORD, PLAY, GAUTIER
Charles Rochfort Scott, entre las décadas de los veinte y los treinta del siglo XIX, nos dejó una nada grata impresión sobre Alhama: “Despojemos, sin embargo, a Alhama, de sus recuerdos históricos, de sus aguas termales, de su poesía y de su romance, y es uno de los pueblos más sombríos, más sucios y más bochornosos del sur de España”. Bueno, pues eso escribió, aunque creo que no visito nuestra ciudad ni en el mejor momento ni en su mejor día más positivo, aunque la realidad sería eso, la realidad.
El culto aristócrata Richard Ford, con un curioso e interesante relato, nos refleja variados aspectos de la Alhama de principios de la década de los treinta del siglo XIX, “El pueblo es agreste y pintoresco. Es la Ronda de estas zonas alpinas; está colgado en el filo de una imponente raja en las montañas por la que corre el río Marchán”. También en estos años llega el francés F. Le Play, geólogo, quien en 1834 publicó su “Itinerario de un viaje a España”, con especial referencia a la industria minera en nuestro país.
Tras pasar por el puente romano, el que aún daba acceso a la ciudad en 1840, “...estos puentes multiplicados hasta el infinito, tienen un carácter singular: los arcos están escotados casi hasta el pretil, de suerte que la calzada por donde pasa el coche parece no tener más de seis pulgadas de espesor”, Teófilo Gautier divisa Alhama “colgada de una roca o pico, como un nido de águila” y “siguiendo la sinuosidad del terreno, escaló aquel nido de halcones”, el que recorrió al día siguiente.
WIDDINGTON, BOTKIN, CLARK, TENISON, HOSKINS, DEVILLIER
Tres años después, visita y escribe un interesante y relativamente amplio relato sobre Alhama y el célebre corsario Lanza, el que ejercía su actividad especialmente entre Alhama y Málaga, el capitán inglés Samuel Edward Widdrington, a quien Alhama le recuerda la pintoresca Cuenca.
Dos años después, ya en 1845, pasa por aquí el ruso Vasili P. Botkin, refiriéndose a la inseguridad que en los caminos se daba, afirma: “Los autóctonos viajan normalmente a caballo, pasando por caminos de montaña que son más seguros”.
Ya en 1849, el profesor William George Clark, queda dolorosamente desilusionado al contemplar Alhama por primera vez: “...Yo me había hecho la idea de una inexpugnable fortaleza, colgada en la asilada punta de una roca, y ¡he aquí el resultado! allí estaba, situada en la ladera de una desnuda montaña, y su castillo difícilmente se podía distinguir de las casas que lo rodeaban. ¡Ay de mi Alhama! ¡Qué pena de mi ideal! Alhama a primera vista parecía, en verdad, una mera caricatura, aunque, al llegar más cerca, ¡Allí creció! (como el poeta continúa diciendo) “otro tipo de belleza en detalle que hace que merezca la pena el conocerla”.
Poco menos de dos años después, es una mujer escritora y viajera, también inglesa, la que nos da su impresión, la que igualmente tuvo una desfavorable primera visión de Alhama, Lady Tenison, “Me sentí muy defraudada con la primera visión de Alhama. Las casas parece que tienen el mismo color que el terreno sobre el que se levantan”. Por aquellos mismos meses el también inglés Hoskins, reconocido escritor de libros de viajes, destaca como muchas zonas del pueblo presentan un aspecto oriental.
El historiador francés Devillier, que recorrió Andalucía junto con el célebre pintor Gustavo Doré, en 1862, escribe, refiriéndose al camino entre Vélez-Málaga y Alhama, “Este camino es uno de los más hermosos de España desde un punto de vista pintoresco”.
En fin ya iremos abordando a estos viajeros escritores y a bastante más con la amplitud necesaria, como a lo largo de los años hemos hecho con bastantes de ellos. Lo que es evidente es que Alhama y su Comarca fueron muy visitadas a lo largo de los siglos. Aunque la impresión que se sacaba de ella por quienes llegaban por primera vez hasta aquí era muy variada, lo cierto es que su ubicación, la ciudad que fue fortaleza, sus tajos-rio y balneario, no pasaban desapercibidos a los viajeros extranjeros.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
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-“Andrés Navagero: Alhama, donde hay hermosísimos y saludables baños”, Andrés García Maldonado, Alhama Comarcal, Alhama, Noviembre 1994.
-“El viaje de Ibn Battuta a través del reino de Granada y el camino real nazarita que tenía a Alhama como centro”, Andrés García Maldonado, Alhama Comarcal, Mayo 1996.
-“Ibn Battuta, Andalucía y Alhama”, Andrés García Maldonado, Alhama Comarcal, Alhama, Marzo 1994.
-“Jerónimo Münzer, el viajero que desatacó a Alhama ante los Reyes Católicos”, Andrés García Maldonado, Alhama Comarcal, Abril 1994.
-“José Townsend o Alhama vista por un inglés a finales del siglo XVIII”, Andrés García Maldonado, Alhama Comarcal, Alhama, Abril 1994
-“El Tesoro de la Axarquía”, Andrés García Maldonado, Excmo. Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, Abril, 1995.
-“Los cantes y la mujer malagueña vistos por los viajeros románticos”, Andrés García Maldonado, Aula de Cultura del Liceo de Málaga, Málaga, 1995.
-“La visión de los viajeros románticos sobre Málaga”, Andrés García Maldonado, Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Málaga 1998.