'Mi vida es estar en el taller haciendo cualquier cosa que encarte'



Su domicilio en el número 7 la calle Colegio, en Alhama de Granada, parece un auténtico museo de la artesanía. Desde la entrada al salón, dormitorios y pasillos están llenos de objetos elaborados pacientemente con sus hábiles manos. En el mueble bar y sobre los armarios no cabe un alfiler. Aperos agrícolas, bonsáis de alambre, barcos de madera y papel se han apoderado de todos los espacios libres. (En la imagen Juan Ruiz nos muestra sus trabajos de artesanía)


 Juan en su taller

 El autor de todos ellos es Juan Ruiz Aranda un alhameño jubilado que diariamente dedica horas y horas a su fabricación. Con su navaja va convirtiendo cualquier trozo de madera en un bastón, una sillita o cualquier objeto de los que hace varias décadas se empleaban los agricultores en el desempeño de sus tareas.

- ¿Es verdad que estuvo en la cárcel?

- Sí, fui denunciado por traer a Alhama la revista "Mundo Obrero", del Partido Comunista y me llevaron a la cárcel. Allí coincidí con un carpintero alhameño con el que aprendía a hacer barcos que luego vendía en la calle de Elvira para sacar uno dinero para ayudar a la familia.

- Tengo entendido que participó en la construcción del túnel de la presa de Alhama. Antes de jubilarse ¿dónde trabajó?

- Si te lo cuento no te lo vas a creer yo empecé a trabajar con ocho años el cortijo del Cerrillo Moya. Primero guardaba  borregos luego marranos, más tarde hacía de gañán, también fui carrero, con ocho años. Así hasta los 18 años. Todas las herramientas que utilicé entonces  (los arados, los "guiergos", las horcas, las hoces, los almocafres,..) los tengo metidos en la cabeza y no preciso nada para hacerlos, cojo un cacho palo y los hago.

- Sí porque desde que se jubilé se dedica en cuerpo y alma a ello…

- Así es, estoy haciendo cosas desde que me jubilé, de eso hace ya 15 años. Todos los días después del desayuno, ando un rato y luego me meto en mi taller. Por la tarde, tras el almuerzo, lo mismo, ando otro rato y al taller y esa es mi vida estar aquí haciendo cualquier cosa que encarte, porque ni bebo ni fumo y estoy muy delicado de salud.

- ¿Y por qué no va al Centro de Día?

- Pues porque ni se jugar a las cartas ni al dominó, pues toda la vida he estado trabajando

- ¿De cuáles se muestra más satisfecho?

- De los barcos y de los sillones éstos (en referencia adonde nos encontramos sentados). Hice dos, uno para mi mujer y otro para mí, y de las seis sillas pequeñas para mis nietos.

- ¿Vende los bastones?

- Apenas vendo nada, casi siempre los regalo. De todos los que he hecho, que serán más de mil, he vendido sólo dos. Los barcos me llevan muchísimas horas de trabajo, hasta 60 ó 70 horas, y sí he vendido una pila. Se los vendía  a un señor de Vélez-Málaga pero una vez que bajé a Vélez vi los precios que les había puesto no le he vendido ninguno más. Figúrate yo se los venía a 25.000 pesetas y él los tenía a 110.000 pesetas.

 Juan junto a una muestra de sus trabajos

 Le agradecemos a Juan la atenciuón que ha tenido con nostros

Texto y fotos: Antonio Arenas