“Don Sixto fue un maestro inolvidable, tanto por el sistema pedagógico de enseñanza como por la humanidad que desbordaba, cuantos fuimos alumnos suyos supimos de su entrega para que todos aprendiésemos no solo cultural general, sino bondad y afecto hacia los demás. Por ello, a pesar de que han transcurrido tantos años, ha sido y será siempre muy bien recordado por cuantos fuimos sus alumnos.”
Nuestra Historia
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Nuevamente, los viejos problemas de las cubiertas de la bella y monumental catedral de Málaga están pasando por serios deterioros que están demandando una urgente intervención, como ya sucedió hace unos años. Entonces, aprovechando que se hablaba de la construcción de esta catedral y, muy especialmente de sus bóvedas, ya hablamos en algún artículo de cómo la piedra de Alhama -y seguro que algún buen maestro del tratamiento de la misma- está muy presente en esta singular construcción. Ahora, dentro de este espacio de “Alhama Comunicación”, creemos oportuno abordar esta cuestión que, sin lugar a dudas, ha de tener su interés y hasta curiosidad para no pocos de nuestros lectores, especialmente, en esta ocasión, para los alhameños y malagueños, en especial.
ALHAMA Y SUS FERIAS”, de Inocente García Carrillo, mi padre, fue escrito años antes de que no yo naciera, creo que para el diario “Ideal”, del que mi padre era, por aquellos años, colaborador enviando de tiempo en tiempo artículos, los que trataban sobre muy variados temas, desde los propiamente de historia en general como los de análisis sobre cuestiones internacionales, como Miembro de la Sociedad de Estudios Internacionales que era. Los temas y cuestiones de carácter nacional, no hacía falta decirle que, por la situación en la que se encontraba como por “autorregulación” propia dadas sus ideas políticas, no estaban a su “alcance” o “disposición” para poder ser comentados o tratados por él en un periódico, y, menos aún, en el entonces más importante de toda la provincia y uno de los de mayor distribución regional de Andalucía, superándole el “Abc” que llegaba desde Madrid, ambos con bastante retraso, en la denominada “Alsina” que llega en las últimas horas de la tarde ó primeras de la noche, lo que quiere decir que la prensa se solía acabar de leer en Alhama con o después de la cena.
Probablemente, con toda seguridad debiera escribir, una persona “descabezada”, bien por naturaleza, bien por algo de esto y algunas copas de más, de muchas más, se ha permitido -que no atrevido, porque ello nada conlleva de “valentía” ni siquiera negativa, si es que la hay por aquello del riesgo personal que puede suponer-, a lo mejor brotándole algún gen que lleva de “verdugo”, oficio que, por mucho que lo justifiquen, nunca he visto con un mínimo de buen ojo, “cortarle” la cabeza al Cisne de la fuente del Paseo, como siempre se denominó a esta lugar desde que lo mandara realizar, al hermoso gusto francés, uno de los tres mejores alcaldes que ha tenido Alhama desde el transcurrir del siglo XIX, cuando los alcaldes comienzan como tales en su función y representación, hasta nuestros días, Francisco de Toledo y Muñoz.
El alhameño Diego Elías de Igualada (1763), fue "Medio racionero" y mas tarde "Racionero" al servicio de la de la catedral de Sevilla, para ello tuvo que pasar por un expediente de limpieza de sangre de la mencionada Catedral.