
Casi tres siglos después, exactamente transcurridos 286 años, la historia se repite. Como bien nos informa nuestra “Alhama Comunicación”, con la eficacia y rapidez que le distingue, en este caso por medio de crónica al efecto de Raúl Gálvez, se ha vuelto a producir un robo, en este caso también sacrílego para los católicos, en nuestra Iglesia del Carmen. Lógicamente, lamentamos todo acto delictivo, más aún cuando se emplea fuerza y, aún más, cuando afecta a las creencias y sentimientos, respetables, de cualquier persona o colectividad.