Pedro Aparicio Sánchez, fue dieciséis años alcalde de Málaga. Elegido en las primeras Elecciones Municipales Democráticas de 1979, en las sucesivas convocatorias de 1983, 1987 y 1991 lo fue por mayoría absoluta. Gran alcalde y excepcional persona, comenzando yo como “jefe de la Oposición” municipal, me eligió para sustituirle en la alcaldía en múltiples ocasiones y hasta semanas seguidas y sus periodos de vacaciones. Nos hicimos entrañables amigos cuyo afecto durará hasta la misma Eternidad o lo que exista. Vino a Alhama. ¿Cómo no? Y, como escribió y habló en variadas ocasiones, se enamoró de ella.
Volviendo al ayer
Puede que a algunos no nos quede nada en el recuerdo del primer día de escuela. Tras la feria de septiembre, a los pocos días se producía el inicio del curso escolar en todas las Escuelas denominadas Unitarias en Alhama. Dos las del Paseo y otras dos las de La Joya, para niños. Pero lo que creo que no hemos olvidado jamás, por muchos años que han pasado, fue a nuestro primer maestro o maestra, cuando se trata de las dedicadas a las niñas. En mi caso, aunque el titular de la escuela era don Juan López Villén, ejerció más de maestro conmigo y tantos compañeros Agustín Molina Jiménez.
Francisco de Toledo y Muñoz fue uno de los personajes más excepcionales del siglo XIX alhameño. Por no decirlo con carácter exclusivista, puede afirmarse que fue uno de los mejores alcaldes y regidores de toda la Historia de nuestra ciudad. Se vuelve a efectuar una síntesis sobre la vida, cargos que ostento y, sobre todo, sobre su alhameñismo y entrega sin parangón a esta tierra. El pasado domingo, se cumplieron 171 años de su muerte.
Nuestras Ferias, tanto la de junio como la de septiembre, siempre las hemos llevado en lo mejor de nuestros recuerdos. Especialmente la segunda, que era la grande -la que este año cumple 175 años de su celebración en estas fechas septembrinas-, no olvidemos que se acababa de efectuar la recolección y se contaba por lo general con más medios económicos por parte de labradores y trabajadores del campo, la inmensa mayoría de comerciantes y proveedores cobraban las deudas de muchísimos meses. Concretamente la de hace hoy sesenta años exactos que se iniciaba, la de 1961, fue punto de partida para una etapa de ferias con mayor contenido y brillantes en su programación.
A partir de la altura de cierta edad, resulta que cuando miras atrás lo primero que te viene a la memoria, en lo que a recuerdos y sentimientos se refiere, son los de los años de la infancia y niñez. En mi caso concretamente, tras los seres queridos que se fueron, los veranos de la niñez con el río como máximo e inigualable atractivo.