
Fue en el siglo XVII, exactamente en 1647, cuando un gran alhameño, por amor y obras, llegó a ser elegido rector de la Universidad de Granada: Fernando de Vergara y Cabezas, catedrático de Decretos y paladín en la defensa de lo alhameño, comenzando por su historia y siguiendo por sus propios Balnearios sin olvidarse de las alhameñas.