Fue en el siglo XVII, exactamente en 1647, cuando un gran alhameño, por amor y obras, llegó a ser elegido rector de la Universidad de Granada: Fernando de Vergara y Cabezas, catedrático de Decretos y paladín en la defensa de lo alhameño, comenzando por su historia y siguiendo por sus propios Balnearios sin olvidarse de las alhameñas.
Volviendo al ayer
Francisco, José y Juanito, se llamaban estos “Tiritones”. Vivian en calle “Las Parras”, como me ha recordado María Villarraso Correa, a sus 82 años con una prodigiosa memoria par a su amabilidad.
Importantes y abundantísimos documentos de su tiempo, descubiertos y analizados ahora, demuestran palpablemente que esta leyenda sobre su higiene personal, insistente durante siglos, ha sido rotundamente injusta e infundada.
En este mes de mayo, concretamente el pasado viernes, se cumplieron ochenta y cinco años de la primera novia que se casó vestida de blanco en Alhama. La costumbre era ir de negro, casarse por la mañana, hacerlo en la misma casa y, cuando era en la iglesia, ir andando los novios, cuando ésta fue por la tarde y se dieron una serie más de novedades que durante tantos años se recordaron por los muchísimas personas que la presenciaron.
“No reconocer la generosa entrega de los demás, es de mezquinos”